PLENO DE INVESTIDURA

Rabell: "La desconexión de España es un engaño, una fanfarronada"

Sí que Es Pot revindica el referéndum como única vía y ataca a la CUP por pactar con la "derecha neoliberal"

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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Catalunya Sí que Es Pot era una de las formaciones que podría haber salido más beneficiada de unas nuevas elecciones. Envalentonada por la victoria de En Comú Podem el 20-D, con otros comicios en Catalunya, esta vez con la implicación de Barcelona en Comú y Ada Colau, la izquierda alternativa hubiera podido mejorar muy sensiblemente sus resultados del 27-S. Descartada esta opción, Lluís Rabell ha dejado claro en el pleno de investidura de Carles Puigdemont que no contaran con ellos en la estrategia del choque de trenes y que el referéndum pactado es la única manera de dar solución a la 'cuestión catalana'. El líder de la izquierda alternativa ha aprovechado para volver a tender la mano para formar, ahora o en un futuro cercano, una mayoría alternativa progresista.

"El 'no' a la investidura es una mano tendida a fuerzas progresistas para formar cuando antes mejor una alianza por el cambio", ha sentenciado para concluir una intervención repleta de alusiones a la CUP y en la que ha cargado contra la "derecha neoliberal" que representa Mas. Después de que Catalunya Sí que Es Pot pidiera a los anticapitalistas que no investieran a Mas, les ha acusado de regalar la investidura a CDC "a cambio de nada, a cambio de una ilusión, la de seguir con un proceso que se ha demostrado irrealizable desde la unilateralidad". "Veremos si este acuerdo de investidura será obstáculo o no para trabajar juntos", ha advertido. 

Rabell se ha mostrado muy duro con la declaración de ruptura que el Parlament aprobó el 9-N y el proceso de desconexión anunciado por Junts pel Sí. "La ruptura [independentista], la desconexión de España no es solo ilegal sino que es un engaño, una fanfarronada que nadie se cree". En este punto ha lamentado que "tenemos una mayoría parlamentaria que no tiene coraje para decir a sus votantes que el plebiscito no se ha ganado".

Desde su punto de vista, las elecciones generales al Congreso evidenciaron que los catalanes no quieren una ruptura unilateral sino un referéndum pactado. Tras destacar que siete millones de españoles apoyan ahora el derecho a decidir, ha aprovechado para recordar al PSC que "es hora de que el socialismo catalán abandone el inmovilismo y retome el derecho a decidir que antes reivindicaba". La otra gran lección del 20-D fue, para Rabell, la debilidad de Convergència, que es la que según él ha propiciado la elección 'in extremis' de Puigdemont. "Esto va de que CDC se rehaga después del 20-D".