Puigdemont se compromete a aplicar de inmediato la declaración de ruptura

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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"No son épocas para cobardes". Con esta firmeza el nuevo 'president', Carles Puigdemont, afrontó su debate de investidura. Un debate en el que tenía la difícil tarea de suceder a Artur Mas y presentar el acuerdo 'in extremis' alcanzado con un partido a las antípodas de CDC, la CUP. Puigdemont exhibió desparpajo, contundencia, sentido del humor y una convicción inequívoca: la de mantener la hoja de ruta hacia la independencia, incluida la  <strong>declaración de desobediencia</strong> votada el 9 de noviembre, un texto que el propio ya expresidente Mas ha admitido que es "polémica" y debería haberse aprobado solo tras la constitución del nuevo Govern.

Puigdemont ofreció desde el primer momento, y en especial en su réplica a la oposición, una voluntad de marcar un perfil propio basado tanto en la mano tendida para pactos puntuales (el pactismo es algo no ajeno al hasta ahora alcalde de Girona) combinada con el combate frontal respecto al PP y Ciutadans (ironizó sobre ambos diciendo que comparten un mismo "comunity manager" para Twitter) y también una clara posición distinta a la del pactismo o el referéndum pactado con el Estado, estrategia que esgrimió de nuevo Catalunya Sí que es Pot.

Por si en la primera intervención no había quedado claro, en la segunda -cuando <strong>Mariano Rajoy</strong> ya había comparecido amenazando con tomar todo tipo de medidas si se desplegaba la resolución del 9-N suspendida por el Constitucional-,  el nuevo 'president' dejó claro que por supuesto que la tirará adelante: "¿Qué respuesta le puedo dar si vengo de un ayuntamiento investigado por la Audiencia Nacional por haber decidido apoyar la declaración del 9-N? Claro que sí que la tiraré adelante, ya se lo he dicho todo". También se reafirmó en que se trata de pasar del posautonomismo a la preindependencia en 18 meses "y si puede ser en quince mejor, nos hemos comprometido por un período temporal, transitorio, excepcional e irrepetible". Prueba de su convicción fue que detalló con claridad los planes del plan soberanista, en leyes como la de la transitoriedad jurídica, la creación de la Agencia Tributaria, las estructuras de Estado o la ley del proceso constituyente".

DIGNIDAD EN LUGAR DE ORGULLO

Puigdemont apeló a la dignidad ante la dificultad de la etapa soberanista que se abre ahora, que ha definido como la más compleja e incierta. “Nos necesitamos todos, nos tendremos que apoyar en la gente dispuesta a ayudarnos hasta donde haga falta, por esto con modestia y exigencia pido la máxima a todos: la máxima dignidad del momento”. Y ha acabado con una cita del prosista fallecido Miquel Pailorí: “La dignidad construye la personalidad como el orgullo tiende a destruirla”. “Dejemos el orgullo, tomemos dignidad”, concluyó en su primer turno.

En el plano social, se comprometió a aplicar el llamado plan de choque, con medidas como la transformación de la renta mínima en una renta de ciudadanía, o impulsar medidsa en materia de vivienda o promoción del emploe de calidad. Fue el tramo en el que Puigdemón se limitó a mantener los comrpomisos genéricos de su predecesor en el fracasado intento de investidura de noviembre.

AUTOCRÍTICA

El 'president' pidió disculpas a los votantes soberanistas del 27-S por una negociación porque "hemos tardado demasiado en venir con una propuesta cerrada"."El pueblo no falló y esto no merecía ser enmendado", afirmó, y tras ello lanzó un elogio rotundo a su antecesor. "Te tendremos al lado para todo lo que necesitemos", apuntó.

Puigdemont combinó la firmeza con la necesidad de ampliar la base social independentista. "Para llegar al estadio final de la mano de un numero cada vez mayor de personas hoy somos muchas. Más de las que hace cinco años. Nos permite iniciar la etapa con convencimiento y plena legitimidad democrática. Pero nos faltan más y todos están convocados a ello", propuso.

“Iniciamos un proceso nada fácil y nada cómodo, pondremos valor y coraje pero no temeridad ni renuncias, un proceso imprescindible si queremos atender como pertoca a los ciudadanos”"Vengo de un ayuntamiento investigado por la Audiencia Nacional por haber apoyado la declaración del 9N, claro que la desplegaremos”"Salvar la investidura pero no salvar la legislatura no hubiera servido de nada”