El PSOE se revuelve contra la aplicación del 155 a toda costa

Juan Ruiz Sierra / Iolanda Mármol

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El PSOE se ha comportado con suma prudencia en toda la negociación del artículo 155 de la Constitución, evitando criticar al PP tanto en sus declaraciones públicas como privadas, pero esa actitud cambió este martes, después de que el Gobierno trasladara un importante cambio de posición. Aunque Carles Puigdemont convoque elecciones autonómicas, la intervención temporal de las instituciones catalanas, incluida la destitución de todo el Govern, no se iba a detener. Los socialistas no contaban con un viraje de este tipo. El Ejecutivo central, al igual que el partido liderado por Pedro Sánchez, había mantenido hasta ahora abiertamente que unos comicios ortodoxos (no constituyentes, sin declaración de independencia y regulados por la ley orgánica de régimen electoral) eran una manera de “volver a la legalidad” e impedir el 155, que en principio se aprobará este viernes en el Senado.

“Este cambio de discurso supone ignorar los acuerdos a los que habíamos llegado. Siempre hemos dicho elecciones o 155”, señalaron fuentes de la dirección del PSOE.

Los socialistas, aun así, evitaron anticipar si retirarían su apoyo a Mariano Rajoy si Puigdemont convoca antes del viernes y el Gobierno, aun así, pone en práctica la suspensión de competencias catalanas. El PSC fue mucho más claro. Su primer secretario, Miquel Iceta, anticipó que los socialistas catalanes dejarían en ese caso de defender la aplicación del 155. “Creo que el PSOE haría lo mismo”, dijo Iceta en La Sexta.

Sorpresa y malestar

La sensación más extendida entre los principales dirigentes del PSOE es de sorpresa y malestar. “Si Puigdemont convoca elecciones con arreglo al marco constitucional y rechaza la declaración unilateral de independencia, no tendría razón de ser la puesta en marcha del artículo 155”, dijo la portavoz de los socialistas en el Congreso, Margarita Robles.

"Dar pasos atrás"

Varios miembros del Gobierno y también del PP se involucraron desde primera hora de la mañana en la defensa de la nueva posición de Rajoy aunque sin aclarar a qué se debe el endurecimiento de su posición. Fuentes de la Moncloa subrayaron que el paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros el sábado incluye una gran parte de iniciativas para “normalizar la vida de los catalanes” y conseguir una “Administración neutral” y unos medios de comunicaciones públicos “neutrales”. “[Puigdemont] tiene que dar pasos atrás en muchos ámbitos”, añaden esas fuentes. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo que las irregularidades del Govern de Puigdemont "no se convalidan con un proceso electoral".

Ciudadanos, el otro aliado de Rajoy en este asunto, sigue defendiendo el despliegue del 155 cuanto antes. Albert Rivera, que el lunes aseguró que unas elecciones convocadas por el ‘president’ detendrían la intervención, al ver la posición del Gobierno añadió que esas elecciones catalanas deberían ser “libres, neutrales y seguras".