LA SITUACIÓN DE LAS FINANZAS CATALANAS

El Gobierno y el PSC descalifican a Mas-Colell por cifrar el déficit fiscal

ALBERT OLLÉS / Barcelona

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La decisión delconsellerde Economia, Andreu Mas-Colell, de introducir en la precampaña electoral del 20-N el siempre espinoso debate de las balanzas fiscales le valió ayer una airada réplica a la limón del Gobierno español y del PSC, ante lo que ambos consideraron una vulneración de las reglas del juego con fines exclusivamente electorales.

La afirmación que hizo el pasado miércoles Mas-Colell de que el déficit fiscal de Catalunya no ha variado entre el 2005 -el primer año en el que se hicieron públicas estimaciones más o menos fiables- y el 2009 le ha costado críticas inéditas de los socialistas, que hasta ahora habían sido moderados en su trato hacia esteconseller. Justo por ello, fueron los primeros sorprendidos al ver que aprovechaba la comparecencia en el Parlament en la que debía explicar el aplazamiento a después de las generales de la presentación del presupuesto del 2012 para dejar caer que ese déficit sigue anclado en un porcentaje del 8,4% del producto interior bruto (PIB), lo que equivale a 16.500 millones de euros.

RÉDITOS SIN PRECEDENTES / De ser cierto, ese dato echaría por tierra toda la argumentación del PSC en la defensa de los réditos «sin precedentes» que ha reportado para Catalunya el modelo de financiación pactado en el 2009 con el PSOE, y la aplicación de la disposición adicional tercera del Estatut. Esta obliga durante siete años (del 2006 al 2013) a que el Estado invierta en las infraestructuras catalanas el equivalente al peso porcentual de esta comunidad en el PIB español (un 18%).

De hecho, los socialistas catalanes basaron en los recursos económicos conseguidos mediante estas dos vías su rechazo frontal a las cifras de Mas-Colell. «Si contamos esas ganancias, es imposible que sigamos igual que en el 2005. Los números no cuadran», señaló la portavoz económica del PSC en el Parlament, Rocío Martínez-Sampere, que acuso al titular de Economia de «poner su prestigio académico al servicio del sectarismo político».

A menos de un mes de las elecciones, ese último punto fue el que más molestó a los socialistas, que acusaron alconsellerde no enseñar documento alguno que demuestre su teoría. Desde el Ejecutivo central, el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, le acusó de hacer «juegos de cálculos». «Así no se pueden hacer las cuentas», le afeó.

DESLEALTAD INSTITUCIONAL / En la misma línea, el jefe del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, le reprochó su «deslealtad institucional» por usar el déficit fiscal como «cortina de humo». Nadal no se mordió la lengua y habló también de «descortesía parlamentaria» por exponer un tema que no estaba en el orden del día de la comparecencia, y de «falta de rigor político y académico». «Nos sorprende que el gran profesor que es Mas-Colell lanzase cifras muy acotadas sin ningún papel, y no las fundamentase», dijo. Por todo esto, los socialistas pedirán una nueva comparecencia «urgente» delconsellerpara que se justifique.

La polémica se añadió a la que vive esta semana la Cámara catalana a cuenta de las conclusiones sobre el pacto fiscal. El PSC presentará en la votación final de hoy su «pacto fiscal federal» con aportaciones más concretas, como la de limitar progresivamente del 75% al 50% el porcentaje de recursos tributarios que cada comunidad aporta al fondo común, o la de buscar la convergencia de resultados con el concierto económico vasco y navarro, avanzando a una mayor velocidad de crecimiento que este.

TITULARIDAD DE LAS VÍAS / Otra novedad destacada, que presentó en un acto electoral la cabeza de lista por Barcelona, Carme Chacón, es la de ampliar cinco años la vigencia de la disposición adicional tercera (del 2013 al 2018, coincidiendo con el nuevo quinquenio de aplicación del sistema de financiación autonómica, cuya revisión debe empezar a negociarse el año próximo). Chacón añadió una segunda propuesta en materia de infraestructuras. Esta se centra en reclamar para la Generalitat la titularidad de las redes viarias y ferroviarias (vías y catenarias) de Catalunya, con excepción de las conexiones transeuropeas, como el corredor del Mediterráneo.