Podemos debatió apoyar a Sánchez sin entrar en el Gobierno, tras el 26-J

Pablo Iglesias levanta el puño, en la tribuna del Congreso.

Pablo Iglesias levanta el puño, en la tribuna del Congreso.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Podemos ha asegurado desde diciembre que no hay discrepancias en su línea política y ha negado en redondo la tesis sostenida por el PSOE que asegura que un sector de los morados se inclinaba por facilitar el gobierno en de Pedro Sánchez y pasar a la oposición. Sin embargo, fuentes de la dirección del partido han confirmado a EL PERIÓDICO que sí ha habido diferentes voces que han propuesto desbloquear la situación con apoyo directo o indirecto al líder socialista sin entrar en el Ejecutivo. Indican que tras las elecciones del 26-J, el Consejo Ciudadano Estatal del 9 de julio, vivió una discusión “acalorada” sobre la posibilidad de votar ‘sí’ a Sánchez. El planteamiento era renunciar a un gabinete de coalición, quedarse fuera del Gobierno, a cambio de que el líder del PSOE se comprometiese a ejecutar desde la Moncloa un pacto programático firmado con los morados.

Las fuentes consultadas confirman que fue una discusión vehemente, planteada por varios dirigentes del consejo, y que esa propuesta fue desestimada por una mayoría que se manifestó en contra. Entre ellos, el secretario de Organización, Pablo Echenique, quien argumentó que rubricar un acuerdo no es suficiente garantía, y puso como ejemplo el pacto de mínimos al que llegó Podemos con el PSOE en Aragón para facilitar el gobierno del socialista Javier Lambán en 2015. Hasta ahora esta discusión se había mantenido en silencio y lo único que se trasladó sobre el cónclave es que, entre los errores del 26-J, estaba la actuación en el Parlamento entre diciembre y junio, una etapa marcada por el discurso de la 'cal viva' y el 'no' a la investidura de Sánchez.

La reflexión sobre apoyar al socialista sin entrar en el Gobierno llegó también a la ejecutiva, pero obtuvo el mismo resultado, y se impuso la línea de Pablo Iglesias, firmemente contraria a esa decisión. Fuentes de la dirección señalan que no es la única ocasión en la que ha habido voces que han planteado una alternativa al ‘no’ a los socialistas. Tras las elecciones del 20-D, también en el Consejo Ciudadano Estatal del 3 de enero  y en el del 2 de abril varios dirigentes habían manifestado sus opiniones a favor de una “abstención táctica” que permitiese a Sánchez gobernar y evitar unas segundas elecciones.  En ninguna de esas dos citas los podemistas que propusieron facilitar un gobierno progresista -que se sitúan en una órbita más próxima al secretario político, Íñigo Errejón, sin que él manifestase su acuerdo- consiguieron doblegar el criterio mayoritario, defendido por el líder. Entonces, Iglesias negó en su discurso en abierto la existencia de dos posiciones enfrentadas. "Desde que se plantea que existe un Podemos moderado y otro radical, que hay diferencias de alma, estaríamos permitiendo que se colocara en el disparadero a algunos compañeros y eso no lo podemos permitir", sentenció. El debate en cerrado no había trascendido hasta ahora.

Este mismo jueves, Iglesias volvió a ratificar que su criterio es inamovible: Podemos está dispuesto a forjar un gobierno de cambio siempre que sea de coalición,  para garantizar que se cumplen las políticas pactadas, y sin Ciudadanos, formación a la que consideran incompatible por sus postulados económicos. 

"DE IGUAL A IGUAL"

Voces de la dirección admiten que el debate que se dio en los consejos ciudadanos de enero y julio tiene una traducción en el tipo de diálogo que se quiere establecer con el PSOE. El entorno de Iglesias ha calificado estas dos opciones como la línea “dura” frente a otra posición que tildan de “dócil”. Este mismo jueves, el líder de Podemos volvió a ratificar su posición ante la posibilidad de una entrevista con Sánchez tras las elecciones gallegas y vascas del próximo domingo. “Mientras yo sea secretario general miraremos al PSOE de igual a igual”. 

Fuentes de la dirección señalan que la inexperiencia de los dirigentes podemistas al negociar frente a veteranos socialistas que han ocupado carteras ministeriales ha contribuido a suscitar una relación asimétrica. “A veces nos impresiona el poder. Es un error”, opinan, y advierten del peligro de “no seguir el mandato democrático” de los votantes morados. A juicio de estas fuentes, entre las bases de Podemos la oposición a abstenerse o votar ‘sí’ a Sánchez todavía es más mayoritaria que en los órganos. “Y en cambio, cuando más te vas acercando a la tribuna de oradores y a los grupos parlamentarios, hay que estirarles para que no se queden en la moqueta”, sostienen. 

Según los estatutos, el próximo Consejo Ciudadano Estatal debe convocarse como muy tarde el 9 de octubre. La intención del secretario general es reunirse la semana anterior con sus barones territoriales. Con los resultados del 25-S sobre la mesa, la dirección del partido volverá a analizar el escenario político y las complejidades de afrontar unas terceras elecciones con el desgaste de la pugna interna entre ‘pablistas’ y ‘errejonistas’.