PNV y PSE: una historia de 12 años de entendimiento y 15 de desencuentros

El acercamiento del PNV a los aberzales poco antes de firmar el Pacto de Lizarra supuso uno de los motivos de ruptura entre socialistas y nacionalistas

El peneuvista Joseba Egibar y el socialista Jose Antonio Pastor, tras una reunión para alcanzar un acuerdo de estabilidad en junio del 2013.

El peneuvista Joseba Egibar y el socialista Jose Antonio Pastor, tras una reunión para alcanzar un acuerdo de estabilidad en junio del 2013. / periodico

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Las relaciones entre PNV PSE en los últimos 30 años han oscilado entre el entendimiento y el desencuentro casi a partes iguales, pues en los primeros 12 años ambas fuerzas gobernaron codo con codo el Ejecutivo vasco y los 15 siguientes vivieron una época de hostilidades, iniciadas por el acercamiento de los nacionalistas a los aberzales. El deshielo se inició en el 2013, con un pacto sobre los presupuestos, y ha alcanzado este domingo un nuevo hizo con el acuerdo firmado para un gobierno de coalición

La entente entre peneuvistas y socialistas tuvo su arranque en la tercera legislatura (1987-1990). En noviembre de 1986 se celebraron elecciones al Parlamento Vasco después de la escisión en el PNV y el nacimiento de Eusko Alkartasuna.

Por primera vez, el PSE superó en escaños, que no en votos, al PNV e intentó formar un gobierno de coalición precisamente con EA y con Euskadiko Ezkerra, partido con el que años más tarde se fusionó. El intento no llegó a buen puerto y el PSE de Txiki Benegas pactó con el PNV y cedió la presidencia a José Antonio Ardanza, en un Gobierno en el que Ramón Jáuregui, como vicelendakari, se convirtió en el hombre fuerte de los socialistas en Euskadi.

Esta coalición, en la que PNV y PSE tuvieron cada uno seis consejeros, vio el más importante desarrollo de las instituciones autonómicas del País Vasco y también atravesó momentos delicados, como en 1990, cuando el PNV apoyó en el Parlamento vasco una resolución en favor del derecho de autodeterminación.

En enero del año siguiente el PNV, después de volver a ganar las elecciones autonómicas, formó gobierno con EA y EE, un Ejecutivo que duró poco más de medio año por el apoyo que dio Eusko Alkartasuna a mociones en favor de la independencia en distintos ayuntamientos de la comunidad autónoma.

LA ENTRADA DE BUESA COMO VICELENDAKARI

Mientras el PNV mantenía esa fórmula tripartita, en junio de 1991 negoció y cerró con los socialistas acuerdos para garantizar la gobernabilidad de las diputaciones forales y los principales ayuntamientos. Este pacto facilitó el regreso de los socialistas al Gobierno vasco tras la expulsión de EA.

En octubre de 1991 el PSE incorporó al Ejecutivo del lehendakari Ardanza a Fernando Buesa como vicelendakari y a otros cinco consejeros, frente a los 8 del PNV.

En 1994 el PNV volvió a ganar las elecciones y Ardanza a finales de año formó un nuevo gabinete con los socialistas y EA. La presencia de los socialistas en este gobierno se vio reducida a tres consejeros, frente a los cuatro del PNV, que colocó a Juan José Ibarretxe como vicelendakari, y a los dos de EA.

La legislatura concluyó de forma abrupta cuando los consejeros socialistas presentaron el 3 de julio de 1998 su dimisión. El detonante final fue el rechazo del PNV a una propuesta socialista para que en la reforma del reglamento del Parlamento Vasco se incluyera el acatamiento de la Constitución por parte de los diputados electos.

Esta cuestión, que vuelve a estar de actualidad ahora a propuesta del PP, fue la gota que colmó el vaso pero por detrás estaban las "relaciones privilegiadas" que el PSE entendía que estaba manteniendo su socio con Herri Batasuna.

PACTO DE LIZARRA

De hecho, poco después las formaciones nacionalistas y Ezker Batua firmaron el Pacto de Lizarra que sirvió como pista de aterrizaje para una tregua de ETA.

Se abrieron años de distanciamiento y profundo enfrentamiento entre nacionalistas y socialistas, con momentos trágicos como los vividos tras el asesinato de Buesa por parte de ETA. Y es que entonces el lendakari Ibarretxe tenía un pacto de legislatura con Euskal Herritarrok, la marca de la izquierda aberzale, pese a que la banda terrorista había retomado su actividad violenta y esta formación se negaba a condenar los atentados.

Esas malas relaciones se mantuvieron durante las tres legislaturas en las que el PNV gobernó con EA y EB y posteriormente después de que el PSE, por primera vez, se hiciera en el 2009 con Ajuria Enea gracias a unas elecciones en las que no pudo concurrir la izquierda aberzale y al apoyo que les dio el PP.

EL DESHIELO

Ese desencuentro entre nacionalistas y socialistas terminó en septiembre del 2013. Gobernaba el PNV en solitario, por primera vez desde 1986, con Iñigo Urkullu como lendakari. Ambos partidos llegaron a un pacto de estabilidad política y presupuestaria que garantizó a partir del ejercicio de 2014 presupuestos en las principales instituciones.

Desde entonces PNV y PSE mantienen un buen clima de entendimiento. Tras las últimas elecciones locales y forales en junio del 2015 firmaron un acuerdo de coalición para gobernar las tres diputaciones forales y los ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián.

Ese pacto se amplió casi un año después, en mayo del 2016, al consistorio de la capital alavesa.

Ya entonces se vio este acuerdo como una antesala a lo que podía pasar para la conformación del futuro Gobierno Vasco, como ocurrió en 1991.