LOS RETOS DEL SOBERANISMO MODERADO

El PDC busca puerta a puerta igualar los militantes que tenía Convergència

Sala de prensa del PDC, ayer, con Neus Munté, Marta Pascal, Artur Mas y David Bonvehí, entre otros responsables del partido.

Sala de prensa del PDC, ayer, con Neus Munté, Marta Pascal, Artur Mas y David Bonvehí, entre otros responsables del partido.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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El número real de militantes de un partido, es decir, los que están al corriente de pago, acostumbra a ser un secreto de los mejores guardados. O maquillados. Con la llegada de la llamada nueva política, con una afiliación más vinculada a actos concretos y sin sedes físicas, las antiguas formaciones se ven cada vez más necesitadas de planes de renovación para lograr ser atractivas.

Es el caso, también, de quien ha emprendido una renovación tan a fondo que ha borrado su nombre para inscribir en el registro ministerial la nueva fuerza llamada Partit Demòcrata Català, finalmente Partit Demòcrata Europeu CatalàConvergència, el antiguo instrumento, contaba con 15.019 militantes, según los datos facilitados durante la celebración de la consulta sobre renovación o nuevo partido y que sirvió también para escoger a Francesc Homs como candidatodel 26-J.

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Pues bien, con la boca pequeña la nueva dirección explicaba la semana pasada que cuentan con unos 10.000 asociados. Es decir, dos terceras partes de los que tenía Convergència. El reto es mayúsculo porque la lógica indicaría que al abrir un espacio nuevo, renovado, moderno y abierto, la militancia no solo no debería descender sino crecer. La dirección y los jefes territoriales del PDC son conscientes de la dificultad de llegar a todos los antiguos militantes. "Deberemos llamar a la puerta de la señora María y reclamarle que ahora se apunte al nuevo partido", resume de forma muy explícita una voz territorial que se marca este objetivo como absolutamente prioritario.

MILITANTES CONFUNDIDOS

Los militantes de mayor edad pueden haberse confundido y creer que el traspaso de sus datos de CDC al nuevo partido era automático, alegan en la estructura directiva. El envejecimiento de las bases hará necesario que el PDC llame uno a uno a los afiliados para pedirles un esfuerzo. A la dificultad de trasvasar toda la militancia se añade un ingrediente: la confusión.

En el PDC se asume que los últimos meses no han sido los mejores de la organización cara a los militantes. El escándalo 'Pujol' ha desanimado, y las distintas denominaciones electorales (de CDC a Junts pel Sí, pasando por Democràcia i Llibertat para luego regresar a CDC justo antes de cambiar de nombre en una tortuosa decisión congresual que todavía colea) han despistado a parte de las bases sobre qué papeleta debían introducir en las urnas. Tampoco es menor el hecho de que el partido haya perdido ante ERC las dos últimas elecciones generales que se han celebrado.

En cualquier caso, la coordinadora general Marta Pascal ha afirmado su voluntad de emprender un plan de reactivación, en especial en el área metropolitana de Barcelona. Pero el desafío es notable porque la vieja Convergència, que ya sufría los achaques electorales y de los casos de presunta corrupción, situó el listón en unos 15.000 militantes que ahora la joven e ilusionada cúpula del PDC tratará de igualar.