La Oficina Antifrau reclama un "plan general" contra la corrupción

Miguel Ángel Gimeno, en su comparecencia en el Parlament.

Miguel Ángel Gimeno, en su comparecencia en el Parlament.

J. G. Albalat

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La Oficina Antifrau de Catalunya se creó en el 2008 como un proyecto pionero en España. Desde entonces ha abierto cientos de investigaciones por el uso o destino ilegal de fondos públicos o irregularidades en el seno de la Administración. Ahora toca cambiar de imagen con la intención de acercarse más a la ciudanía e impulsar más iniciativas para luchar contra la corrupción. "Hace falta un plan general contra la corrupción. Un plan general que nos coordine a todos los actores implicados. Es necesario que haya un liderazgo fuerte en la lucha contra la corrupción", asegura el director de este organismo, Miguel Ángel Gimeno.

"Creo que es necesario aceptar que en nuestro país no hay una verdadera política contra la corrupción y no tenemos tradición de prácticas preventivas", según Gimeno. A su entender, "el mundo político no ha integrado que combatirla es un medio para lograr un fin. Se han hecho cuestiones instrumentales, como agencias anticorrupción. Nosotros somos la decana, pero no dejamos de ser una herramienta, no una finalidad". Por ello, el director de la oficina considera que es necesario un plan general contra la corrupción. "Los que hemos hecho hasta ahora es manifiestamente deficiente y disperso. Es insuficiente, pero comienza a moverse", sostiene.   

La oficina está inmersa en estos momentos en un profundo cambio de imagen que, sin embargo, es un primer paso para intensificar su actividad. Al concurso, se han presentado 44 proyectos, de los que se han admitido 27. Por ahora, todos los trabajos seleccionados son anónimos. Es decir, no se sabrá el nombre hasta que se escoja el ganador. De esta manera, se garantiza la objetividad de la selección. "Queremos acercarnos más a la  sociedad catalana con el objetivo de transmitir el mensaje de la oficina", afirma Gimeno. Un paso más en esa dirección ha sido la creación de un buzón de denuncias.

No solo se cambiará la imagen corporativa, sino también la web. Así se ofrecerá más información y, sobre todo, será más interactiva. "Queremos cambiar la forma de acercarnos a los ciudadanos", apunta Gimeno. Una de las funciones que acomete Antifrau, además de investigar irregularidades, es la prevención de conductas que no son correctas y la detección y gestión de riesgos en las instituciones públicas, con el diseño de planes integrales. Si se constata la existencia de delito, se remite el asunto a la fiscalía. En el caso de que la anomalía sea administrativa, se requiere a la Administración que corrija la deficiencia. El problema es que su decisión no es vinculante, aunque en la mayoría de los casos se tiene en cuenta su criterio. Una posible reforma sería la obligatoriedad de que se cumplan los requerimientos.