Monago y González exhiben su repulsa al soberanismo catalán

Los presidentes de Extremadura, José Antonio Monago, y de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aprovecharon sus discursos de fin de año para hacer gala de la repulsa que sienten hacia el auge independentista en Catalunya y Euskadi. Después de que Artur Mas defendiera en su mensaje institucional del 30 de diciembre la consulta de autodeterminación y el deseo de muchos catalanes de «construir un nuevo país», los dos dirigentes regionales del PP dejaron claro que si es por ellos, el plebiscito acordado por CiU y ERC para el 2014 será solo una quimera.

Monago, especialista en lanzar andanadas contra el secesionismo y en emplear el catalán para dar mayor retintín a sus palabras (esta vez no lo hizo), grabó su discurso en un instituto de ESO. El escenario lo eligió para avisar de la importancia de la formación y no para elogiar laley Wert. Sin embargo, aunque no aludiera a una inmersión lingüística que le desagrada, sí que dedicó unos segundos a una deriva soberanista que se toma «muy seriamente».

«Nuestro país debe reformar la Constitución garantizando el Estado de las autonomías pero reforzando el papel del Estado y sus competencias», espetó el líder extremeño. Es decir, retocar la Carta Magna, pero en pos de una recentralización y para garantizar «que la solidaridad (...) sea más que un capítulo de los Presupuestos Generales». Una apuesta por mantener o aumentar las aportaciones de unas autonomías hacia otras que choca con la solidaridad limitada que plantea el PPC para mejorar la fiscalidad de Catalunya.

DISCREPANCIAS POPULARES / Y no es esta la única discrepancia entre conservadores. El portavoz popular en el Parlament, Enric Millo, que acusó a Mas de «manipular la realidad por vincular el proyecto social con la independencia», anunció el lunes que su partido ha registrado una proposición no de ley para eliminar el euro por receta, medida que el PPC avaló -al ayudar con su abstención a que los presupuestos del 2012 salieran adelante- y que copió González pese a la oposición del Gobierno central.

El sustituto de Esperanza Aguirre, en un discurso retransmitido por internet dado que la huelga en Telemadrid le impidió hacerlo por la vía tradicional, sí que secundó la línea del PP ante el auge independentista y mostró su «firme compromiso» en la defensa de la Constitución, además de apelar al espíritu de la transición.

LÓPEZ Y URKULLU / También el PSOE insistió en su rechazo a la consulta, aunque su secretario de organización, Óscar López, criticó a Mariano Rajoy por su «inmovilismo» ante el plebiscito. «El PP se queda en el no y no hace nada más. El PSOE por lo menos pone sobre la mesa una posible salida, la de hacer reformas, incluso de la Constitución», declaró a la cadena SER, en la que también defendió sus coincidencias con el PSC en contra de la independencia.

Jaume Collboni, portavoz de los socialistas catalanes, había criticado el discurso de Mas por ser «poco creíble» vista la gestión de CiU. Según Collboni, el mensaje delpresidentfue una «concesión» a ERC, el único partido que, además de CiU, aplaudió las palabras del jefe del Govern. Otro presidente, el vasco Iñigo Urkullu, también se unió a la senda soberanista y deseó en su discurso de fin de año «un Euskadi que crezca como nación en Europa».

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