CAMINO A LAS URNAS

Podemos se viene arriba

Iglesias, en el centro, con el sello de la campaña 'Carteros por el cambio' de fondo.

Iglesias, en el centro, con el sello de la campaña 'Carteros por el cambio' de fondo.

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Vienen contando los líderes de Podemos desde hace algunos días que sí, que el partido recupera el pulso, que la esperanza del cambio vuelve a latir, que el aire huele a remontada de leyenda.  Con la volatilidad del voto instalada en el electorado, esta afirmación podría sonar a relato épico, a 'argumentari' de campaña. Y, sin embargo, anoche Podemos volvió a sumergir a los suyos en un mitin como los de sus orígenes, desbordado de simpatizantes. En Getafe, cinturón rojo de Madrid, cientos de personas que habían esperado largo tiempo bajo la lluvia se tuvieron que quedar fuera del recinto, el teatro Federico García Lorca,  y el propio Pablo Iglesias tuvo que salir a darles las gracias y a pedirles disculpas.

En el escenario, Iglesias ironizó con la reunión que sostuvo el viernes pasado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Moncloa. Y desveló que, mientras estaba en la rueda de prensa atendiendo a las preguntas de los periodistas, estaba pensando en las personas que, desde su casa, "estarían sonriendo y pensando: la de cosas que han tenido que pasar para que Podemos esté en la Moncloa".  Apeló a esos ciudadanos anónimos que "hace años pensaban 'maldita política', pero hoy están pensando que sí se puede y que los suyos están llegando".

Podemos quiere basar esa remontada en una campaña, 'Carteros por el cambio', en la que pide a sus simpatizantes que escriban a personas cercanas para transmitirles la ilusión por que la nueva política llegue a presidir el Gobierno.

En el acto en Getafe, que tuvo un formato más de encuentro cercano que de mitin masivo, Iglesias leyó su carta, que dedicó a los ciudadanos, y se comprometió a que, si el 20 de diciembre gana las elecciones generales, "no habrá plasmas en Moncloa". "Los héroes cotidianos son los que deciden y pueden poner o quitar presidentes y yo les digo que vamos a terminar lo que hemos empezado", jaleó Iglesias.

Fue el pistoletazo de salida de la precampaña, con la plana mayor de los líderes del partido dispuestos a tirar de emociones y "desnudarse" ante los simpatizantes con un tono más íntimo, pero también épico. El director de campaña, Íñigo Errejón, apeló a la "remontada" en su discurso y buscó palabras para expresar ese nuevo pálpito. "Ha cambiado el viento, se empieza a respirar otro clima, querían que la gente se fuese a su casa", afirmó. Y conminó a los simpatizantes a recuperar la ilusión. "La palabra remontada es vuestra", les dijo, y les pidió que dieran "una cura de humildad a los privilegiados".

 

LÁGRIMAS DE BESCANSA

Errejón escribió su carta a una amiga que ha tenido que emigrar a Escocia; el secretario general de AragónPablo Echenique, a su esposa, pero el momento más emotivo llegó cuando Carolina Bescansa, secretaria de análisis y programa, leyó, a duras penas, la suya, dedicada a su hija de tres años. Las lágrimas le atenazaban las palabras, pero aun así logró transmitir al público el futuro que quiere construir para ella: "Le digo a mi hija que cuando sea mayor y pueda votar yo no sé si seguirá habiendo Podemos, pero seguirá habiendo gente decente y le digo que les vote, con dignidad".

 

Iglesias, que vio desde el escenario a Bescansa, recriminó a otros que "copien" las fórmulas de éxito de Podemos: "Nos imitan mucho". Y les recomendó: "Expertos en marketing, anotad, emoción, lágrimas, a ver si lográis hacer que vuestros candidatos lloren. Buena suerte, expertos en marketing".