La sesión parlamentaria

Mas logra la investidura elevando su desafío soberanista a Rajoy

Mas saluda a Fernández de la CUP. A la derecha arriba, Navarro en su escaño, y abajo, Rivera en la tribuna.

Mas saluda a Fernández de la CUP. A la derecha arriba, Navarro en su escaño, y abajo, Rivera en la tribuna.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Solo el tiempo dirá si el camino que ha emprendido Artur Mas es una huída hacia adelante o una evolución exitosa de la oferta política de CiU a la sociedad catalana. Mas fue reelegido ayerpresidentcon los 71 votos favorables de CiU y ERC y el rechazo del resto de grupos, tras una segunda sesión del debate en la que desplegó más que nunca una actitud combativa contra el Gobierno central en su réplica al PP. Además, mostró una clara voluntad de extender el proceso soberanista y las propuestas económicas y sociales al conjunto de fuerzas de izquierda. Incluida la rupturista CUP, con cuyo representante mantuvo el debate más constructivo de toda la sesión.

Mas ha cambiado. Y de los pactos con el PP escenificados en la Cámara catalana hasta la saciedad con Alicia Sánchez-Camacho pasó a mostrar afinidad con la CUP y desafiar al PP: «¿Quiénes son ustedes para que la voluntad mayoritaria del pueblo de Catalunya sea silenciada cuando son la cuarta fuerza política?»

Pareció que Mas se sacaba una espina clavada durante dos años, los que duró su alianza con los populares. Con la líder conservadora fue con quien mantuvo el más tenso intercambio de palabras, pues ella tampoco se achicó y le acusó de haber fracasado y de «poner fecha de caducidad» a la legislatura con una consulta «que no se llevará a término».

SIN PUENTES / Esta segunda investidura de Mas fue de las pocas en las que un candidato a presidente de la Generalitat no ha dedicado un espacio importante de su discurso a las relaciones con el Estado. En lugar de eso, el líder de CiU prepara el rearme interior. Y lo hace buscando tantos aliados como pueda. A Camacho le dedicó media hora en una única intervención. En proporción, elpresidentdedicó mucho más atención al diputado de la CUP David Fernández. «Hay cosas de su intervención que las puedo entender e incluso algunas llegar a compartir», le dijo Mas, que tomó la mano que le tendió Fernández en lo que a la lucha por la autodeterminación se refiere. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que junto al expresidentJordi Pujol siguieron atentamente la intervención de la CUP, incluso afirmó en Twitter que Fernández trabó un «discursazo» pese a las distancias ideológicas entre ambos.

Y es que si algo ha quedado meridianamente subrayado en las diferentes intervenciones que ha protagonizado Mas durante el debate es que su apuesta -a la que ayer mismo el Gobierno central dio su particularbienvenidarecurriendo ante el Constitucional el impuesto catalán sobre los depósitos bancarios- necesita oxígeno de otros partidos y representantes de la sociedad civil para la transición nacional. Oferta también extendida a la política económica y de defensa del Estado del bienestar para lograr «máximos comunes denominadores». Incluso con ICV-EUiA, a cuyo líder, Joan Herrera, invitó a asumir que la subida de impuestos incluida en el pacto CiU-ERC hará que «se le acabe el discurso». Herrera le recordó que hasta ahora Mas ha sido «entusiasta» de los tijeretazos.

FELICITACIÓN DEL REY / Otra cosa que cambia: La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, no irá a la Zarzuela a comunicar al Rey la investidura de Mas. Utilizó ele-mail debido a la convalescencia del Monarca tras ser operado. Juan Carlos, por cierto, felicitó ayer alpresidentpor su eleccion y este se interesó por el estado de salud del jefe del Estado.

También está por ver las caras con las que los líderes de CiU reciben al representante del Gobierno en la toma de posesión de Mas el próximo lunes. Tanto si es Cristóbal Montoro, titular de Hacienda, como si es Jorge Fernández Díaz, de Interior, la lista de reproches por la asfixía financiera o los informes policiales fantasmas hará incómoda su presencia en el Palau de la Generalitat.