PRIMERA JORNADA DE CAMPAÑA

Más difícil todavía, Mas

CARLES COLS / Barcelona

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El circo de tres pistas del tripartito, hasta la fecha el más difícil todavía de las alianzas políticas del Parlament, comenzó a despedirse anoche con la cada vez más alegórica pegada de carteles a medianoche que marca el inicio de la campaña electoral. Catalunya celebrará el próximo 28-N sus elecciones autonómicas sin la amenaza, según se supo ayer, de que la fuerza gravitatoria del Barça-Madrid impida a los electores llegar hasta las urnas o, según otra versión de los efectos perversos de que fútbol y política coincidan en una misma jornada, sin el temor a que los Mossos d'Esquadra no den abasto ante tanto ajetreo. Punto final, pues, al circo de tres pistas, y hola a una nueva etapa en la que, más allá de que las encuestas y las casas de apuestas dan por segura la victoria de CiU, todo lo demás son grandes incógnitas. Salvo sorpresas, en juego está dilucidar si Catalunya está a las puertas de un simple proceso de alternancia en el poder o, por el contrario, se adentra en una nueva etapa que extremará el carácter de rara avis del Parlamento catalán dentro del mapa autonómico español.

EL FÚTBOL / «Podré ir al fútbol», se alegró ayer Artur Mas nada más conocerse fecha y hora del Barça-Madrid. Nada interferirá (pareció decir entre líneas) su presumible desfile nocturno de la victoria del 28 de noviembre. Ni eso, ni TV-3 perderá tampoco, en beneficio de la competencia, una noche de importantes audiencias. Pero prudente como anda con todo cuanto dice y hace desde hace meses, formalmente Mas se limitó ayer solo a dar por bueno el argumento que puso sobre la mesa Jaume Roures, dueño de los derechos del partido, para que por tercera vez en la historia (1964 y 1972 son los antecedentes) la gran batalla del fútbol español caiga en un lunes: «Habrá unas 80.000 personas, muchas de ellas barcelonistas, trabajando para las elecciones ese domingo. Podría haber sido un lío». Culé y candidato, Mas reúne las condiciones descritas por Roures. Aunque menos futbolero, José Montilla, candidato a la reelección, avanzó ayer que él también estará el Camp Nou el 29 de noviembre, en su caso en el palco.

Será un curioso lugar en el que realizar la digestión electoral porque, a fin de cuentas, el Barça es el vivero en el que ha germinado y crecido el paradigma de los frutos exóticos que se presentan a las próximas elecciones, Joan Laporta.

¿Alternancia en el poder o cambio de era? Ese es el enigma.

Una hipotética victoria de Montilla en las urnas el 28-N se pagaba ayer en Betfair.com 26 a uno, un fortunón según cual sea la inversión inicial, más rentable por supuesto que los bonos de la Generalitat, que ya es decir. La victoria de Mas, en la misma casa de apuestas, apenas cotizaba. En términos políticos significa que el PSC, como apuntan las encuestas, puede retroceder tanto que por cada diputado socialista haya dos diputados de CiU.

PLANETAS EN LÍNEA / Con todo, eso no dejaría de ser un esquema clásico de alternancia. Uno sube, otro baja. El elemento distorsionador es que en la legislatura que ahora muere se ha producido una insólita alineación de planetas: la crisis económica, la sentencia del Tribunal Constitucional, el auge del independentismo, las disputas tripartitas, la periódica escisión interna o purga en el seno de Esquerra, el despertar xenófobo... Consecuencia de esa conjunción astral, en las próximas elecciones no se reproduce la tradicional disputa por el centro político que suele ser sinónimo de mayoría parlamentaria, sino una insólita guerra de guerrillas que, llegado el caso, puedenknesetzitar(perdón por la expresión) la Cámara catalana, es decir, recrear en el parque de la Ciutadella un hemiciclo tan atomizado como el de la Kneset de Israel, país al que, por cierto, tanto admira parte de la crema política catalana.

¿Eso es bueno o es malo? CiU y PSC respondieron ayer, a su manera, a esa cuestión.

PUJOL AVISA / Los convergentes andan muy preocupados por si el exceso de confianza de sus simpatizantes los deja lejos de una mayoría, sea absoluta o no, aplastante. Mas insiste en ello cada día. Jordi Pujol, por si acaso, le echó ayer una mano. «De una fuerza que tenga que mendigar, día sí, día no, la caridad de un apoyo puntual, fugaz, contradictorio y muy interesado no se podrá esperar que dé el vuelco al momento difícil que vivimos», dijo elexpresident. Para CiU, lo peor por venir tras el 28-N sería tener que «mendigar» apoyos parlamentarios. Sintomáticamente, para el PSC es el sueño a alcanzar, según confesó ayer en Madrid el propio Montilla, pues espera una movilización a última hora de su electorado que le permita reproducir en Catalunya la digna de estudiogeometría variablede José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados.

LABORATORIO PARA RAJOY / El caso es que las elucubraciones sobre las posibles alianzas poselectorales serán el Guadiana de la campaña electoral. Ya anoche, el líder de ERC, Joan Puigcercós, puso sobre la mesa la cuestión. Subrayó que el reto de los republicanos es evitar que el PP sea, como ya fue antaño, la tercera fuerza política del Parlament, pero no solo por pundonor independentista, sino también para alejar del candidato de CiU la tentación de reeditar una alianza política con los conservadores. Dicen estar dispuestos asacrificarsey pactar con Mas para evitarle el mal trago de una alianza con el PP de Alicia Sánchez-Camacho, enfrascada (sospechan muchos a esta alturas) en convertir esta campaña en una suerte de laboratorio al servicio de Mariano Rajoy en el que medir los efectos del discurso filoxenófobo sobre las urnas.

ERC y PP, a no ser que Mas se haga con un rodillo la noche del 28-N, quizá sean piezas clave de la política catalana los próximos cuatro años, pero el Parlament puede ser de una variedad cromática muy superior. Por lo pronto, Albert Rivera, líder de Ciutadans, invitado ayer del foro Primera Plan@, no solo aspira a repetir, sino que cree tener al alcance de los dedos un grupo parlamentario propio (cinco diputados), lo que le permitiría presentar proyectos de ley con lo que obligar al PSC (puso él mismo como ejemplo) a redefinirse sobre cuestiones siempre controvertidas como la presencia del castellano en las escuelas.

RABO DE TORO / Ciutadans quiere grupo parlamentario propio, Iniciativa defiende las tierras conquistadas, Laporta aspira a una suerte dealcorconazoelectoral y una pléyade de caras conocidas (Joan Carretero, Montserrat Nebrera, Josep Anglada) desean ser el nuevo Rivera..., pero el Parlament solo da cabida a 135 diputados. Decir que las elecciones catalanas del 28 de noviembre, a pesar de las encuestas y las casas de apuestas, todavía son inciertas y están abiertas parece hoy por hoy una osadía, pero, aprovechando lo torera que ha sido esta legislatura, solo cabe añadir lo que dice el refrán: hasta el rabo, todo es toro.