Rajoy no ve "margen" para que Sánchez cambie de criterio ahora, pero sí a medio plazo

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, durante la reunión que han mantenido este miércoles en la Moncloa.

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy, durante la reunión que han mantenido este miércoles en la Moncloa. / periodico

GEMMA ROBLES / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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En una de las reuniones más breves que se recuerdan entre Mariano Rajoy Pedro Sánchez en La Moncloa, el líder del PSOE ha cerrado la puerta a que su partido pueda abstenerse para favorecer la investidura del presidente del Gobierno y candidato a la reelección. El portazo del dirigente socialista se ha hecho sentir en la Moncloa. Fuentes gubenamenales han responsabilizado a Sánchez de la brevedad de la cita por plantear un "no" a la investidura de Rajoy desde el primer momento, sin dar margen al jefe del Ejecutivo en funciones para plantearle ninguna oferta concreta o, según palabras literales de los populares, para "hablar de los asuntos que interesan a España".

Junto a su negativa, el de momento líder de la oposición ha comunicado también a Rajoy su intención de hacerse con la presidencia del Congreso, una posibilidad que en principio está al alcance de su mano lo quieran o no los conservadores. El reglamento de la Cámara [PDF] aplica un modelo de votación para esta figura institucional que, en caso de que nadie tenga mayoría absoluta, favorece a uno de los grupos que más apoyos tenga y que coseche más simpatías entre el resto de grupos. En ese contexto el PSOE parece tener más posibilidades que el PP.

"ESCENIFICACIÓN" Y CATALUNYA EN EL HORIZONTE

Pese a todo esto, desde al dirección popular se intenta rebajar la tensión entre los dos partidos mayoritarios y situarla en el plano de la escenificación. Los populares dicen ser conscientes de que el camino a la investidura será más que díficil, aunque interpreta que los socialistas tendrían mucho más que perder que los populares (que creen que recuperarían voto prestado a C's) si se terminan repitiendo las elecciones generales, al estar Podemos pisándole los talones en lo que a voto progresista concierne.

Así las cosas, los populares piensan que la estrategia de Sánchez consiste en decir y mantener el "no" a Rajoy en el medio plazo, para mientras intentar convencer a la fuerza morada de que deje de lado el derecho a decidir y haga más fácil un Gobierno "de cambio". No obstante, auguran que Pablo Iglesias, en virtud de su alianza con Ada Colau o su potencia electoral en Catalunya o Euskadi, nunca aceptará dejar atrás el referendum

De ahí que apunten a que el escenario más probable (sin descartar que otros menos favorables también sean posibles) es que el PSOE, antes de someterse de nuevo al veredicto de las urnas, dé un paso atrás en el último momento y se abstenga para garantizar un Ejecutivo en minoría del PP. Además, los populares hacen también cábalas y miran de reojo a Catalunya, dado si finalmente las CUP inviste a Artur Mas y comienza el camino de "desconexión" con España, los socialistas tendrán aún más complicado defender algún tipo de acuerdo con Podemos que cuestione desde alguna vertiente la defensa de la unidad territorial.

¿QUÉ ES LO QUE VOTARON LOS ESPAÑOLES?

Con esta tesis de fondo resulta menos complejo interpretar las afirmaciones del vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, quien tras el encuentro en La Moncloa ha confirmado que Rajoy se ha encontrado "el primer no" de Sánchez, pero ha augurado que todavía "queda tiempo y espacio suficiente" para seguir dialogando con el PSOE y el resto. De hecho, Pablo Iglesias y Albert Rivera ya tienen cita también en La Moncloa el próximo lunes para hablar con el presidente en funciones. 

Maíllo ha aprovechado su comparecencia para replicar también a Sánchez, que esta mañana y tras verse con Rajoy recalcó que los españoles, el 20D, habían votado cambio en el Gobierno. Según el dirigente popular, lo que los ciudadanos apoyaron mayoritariamente en las urnas el domingo fue que "siga adelante el proyecto del PP". Por eso, ha pedido "responsabilidad" a la oposición y ha defendido que su jefe sigue legitimado para continuar con su ronda de negociaciones orientada a formar  "un gobierno estable". 

APOYO EN LA UNIDAD DE ESPAÑA O LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Lo cierto es que Sánchez, según su propio relato de lo sucedido, ha confirmado a Rajoy --y por lo que se observa, sin rodeos-- que de ninguna de las maneras podrá contar con el PSOE para repetir en el poder. No obstante, sí tendrá garantizado su apoyo si consigue por otras vías ser presidente y él se convierte en jefe de la oposición cuando toque tratar, entre otras cuestiones, asuntos de Estado que afecten a la integridad territorial o a la lucha contra el terrorismo.

Obviamente, eso no le basta al líder popular, que con 123 escaños necesita alianzas para no salir de la Moncloa, el lugar donde, por cierto, ha decidido citar a otros políticos en busca de pactos de investidura, pese a ser un asunto que concierne más a los partidos que al Ejecutivo en funciones.