A los pies del cadalso

La web del Departamento de Justicia Criminal de Tejas exhibe (no explica muy bien con qué propósito) las últimas frases de los condenados a la pena capital. «Si pudiera volver atrás en el tiempo y cambiar las cosas, lo haría, pero eso no puedo hacerlo», dijo el pasado 13 de mayoBilly Gallowayinstantes antes de dejar este mundo. Aquel mismo día, por ejemplo,José Montilla, camino hoy del cadalso de las urnas según el barómetro preelectoral de EL PERIÓDICO, decidía no seguir a pies juntillas el tijeretazo puesto en marcha porJosé Luis Rodríguez Zapateroy preservaba, al menos en Catalunya, parte de las políticas sociales recortadas en España. ¿Se arrepiente elpresidentde su pasado reciente? Para nada de su obra, dio a entenderMontillaen el exhaustivo repaso de su herencia que ayer expuso con mucha pompa en la Generalitat antes de firmar elalea jacta estelectoral del 28-N. De lo que se arrepiente, habiéndolo, nada dijo, más que nada por huir, según sus propias palabras, de la «autoflagelación».

«Es mi hora, es mi hora», dijo otro de los reos ajusticiados según la insólita web tejana. Tampoco eso compartió ayer elpresident. No solo será el cabeza de lista del PSC en las próximas elecciones autonómicas, sino que, además, nadie en su partido se atreve a afirmar con rotundidad que, en caso de confirmarse el descalabro que predicen las elecciones,Montillacederá el paso a otro. Al contrario, lo imaginan inmutable madrugando como cada día para ir a trabajar, pero esta vez como jefe de la oposición.

Es aquí el momento adecuado de expresar una cierta estupefacción. Con encuestas menos apocalípticas,Jordi Hereuno consigue que su propio partido lo confirme como próximo alcaldable por Barcelona. La tentación fácil sería responder queMontillano se echa a sí mismo porque, claro, es al mismo tiempo el primer secretario del partido. La realidad es más alambicada.Hereu, para su desgracia, aspira a ser el dueño de la única cantera en la que el PSC, hasta la fecha, ha conseguido tallar la figura de un líder capaz de echar a CiU del Palau de la Generalitat. ¿RelevaráMontillaaHereuen enero para salvar el gran feudo socialista de Catalunya y, por decirlo de algún modo, volver a la casilla de salida del Monopoly político catalán de años ha? No, si lo hace, será por mucho más que eso. El 28-N determinará si el PSC es víctima o no de una metástasis que a punto está de inutilizar la mayor parte de sus órganos vitales y que, en consecuencia, ni siquiera una victoria deHereues ya suficiente. Si llega el caso, el todavía alcalde, se admiten apuestas, será laAna Bolenadel socialismo catalán. Subirá al cadalso por su propio pie, mirará a la cara al primer secretario y le dirá: «No tendrás mucho problema, tengo el cuello pequeño».