Las alianzas de Podemos apuran la cuenta atrás en el Congreso

Podemos y sus alianzas apuran 'in extremis' los plazos para registrar su propuesta formal de grupos parlamentarios. En las últimas horas los contactos se han multiplicado y, según fuentes conocedoras de las conversaciones, la determinación final no se tomará hasta este martes por la mañana, poco antes de que expire el plazo, a las ocho de la tarde. 

En principio, Podemos y sus 'satélites' territoriales  --En Comú Podem, En Marea y Compromís-Podemos-- tienen previsto mantener el órdago y escenificar hasta el final su exigencia de articularse en cuatro grupos parlametarios autónomos, aún a sabiendas de que la solicitud será rechazada, puesto que PP, PSOE y Ciudadanos ya han anunciado su veto. La teatralización de las confluencias resulta posible porque la Mesa se comprometió el pasado viernes a dar a los grupos una segunda oportunidad, según fuentes de Podemos. Es decir, tras el rechazo de los cuatro grupos, en lugar de adscribir a las alianzas directamente al Grupo Mixto, como es norma, se les permitiría presentar un 'plan B'.

¿Cuál será la segunda fórmula elegida? Fuentes conocedoras de las conversaciones aseguran que la decisión no está tomada. Sin embargo todo apunta a que no se la jugarán con planteamientos arriesgados que les puedan acabar llevando al Mixto, donde la invisibilidad está garantizada.

GRUPO CONFEDERAL, EL MÁS REALISTA

La opción más factible en términos pragmáticos es que las alianzas se adhieran al grupo parlamentario de Podemos con una fórmula confederal. Eso significaría que los portavoces de los 'satélites' compartirían tiempos de intervención ante los plenos con Pablo Iglesias y no estarían obligados a aceptar la disciplina de voto del partido morado.

Es la oferta que la cúpula de Podemos ha trasladado a las confluencias y que tiene encaje el reglamento del Congreso. Las negociaciones en las últimas horas entre los podemistas y sus 'satélites' se han centrado en concretar esta integración. El grupo confederal es una fórmula que en principio el PSOE estaría dispuesto a aceptar como salida, según han confirmado fuentes socialistas.  

A falta de concretar el encaje, el futuro de los diputados de la alianza valenciana es el que más conflicto plantea. Allí se obtuvieron 4 diputados de Compromís y 5 de Podemos. En el acuerdo de coalición electoral, los de Mònica Oltra se comprometieron a luchar por el grupo propio hasta llevar la reivindicación, si era necesario, al Tribunal Constitucional. A los podemistas se les permite "optar por constituir un subgrupo valenciano dentro de Podemos".