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El exjefe de Ferrovial para Catalunya niega "rotundamente" tráfico de influencias en el 'caso Palau'

Pedro Buenaventura afirma que nunca se reunió con Daniel Osácar

XABI BARRENA / BARCELONA

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“Rotundamente no”. De esta guisa ha desmentido el que fuera director para Catalunya de Ferrovial a finales de los 90 y principios de este siglo, Pedro Buenaventura, lo afirmado por el trio gestor del Palau de la Música, Fèlix MilletJordi Montull y Gemma Montull. Como se esperaba, el exejecutivo de Ferrovial, también acusado y para el que el fiscal pide cuatro años y medio de cárcel, se ha alineado con las tesis del extesorero de CDC, Daniel Osácar. Buenaventura, y también el jefe de relaciones institucionales de la constructora, Juan Elizaga (encargado de los patrocinnios), ha negado haberse reunido nunca con el propio Osácar o su antecesor al frente de los números del partido, Carles Torrent.

La constructora ya ha negado cualquier trato de favor en la adjudicación de obras por parte de la Generalitat. A través de un comunicado, aseguró que tiene "tolerancia cero" con la corrupción.El juez enumera una serie de obras públicas por las que se habrían pagado comisiones, a través del Palau de la Música, entre ellas un pabellón municipal en Sant Cugat del Vallès, la línea 9 del metro de Barcelona y la Ciutat de la Justícia, donde tiene lugar el juicio. 

Buenaventura ha detallado que todas las aportaciones que su empresa realizó al Palau de la Música fueron en concepto de patrocinios. Unos pagos que empezaron en 1992 y que tenían como objeto dara  concoer una empresa que, más allá de la obra pública, no conseguía adentrarse en la inversión privada.

Estos patrocinios que se llevaron a cabo "por el prestigio" que tenía la institución cultural en la sociedad catalana. Dicha relación se inició en 1992 y entre 2000 y el 2009 alcanzó un volumen total de 11 millones de euros. Buenaventura se ha esforzado por contextualizar esa cifra, así como los importes de las presuntas adjudicaciones de la que se había beneficiado, al señalar que el volumen de facturación de la empresa era de 4.800 millones al año.

GRANDES PROBLEMAS EN EL PETIT PALAU

El directivo ha reconocido múltiples reuniones con Millet, pero ha explicado que tenían como objeto debatir e incluso negociar el expediente del Petit Palau, cuya construcción acabó por retrasarse y, por tanto, acabó por generar indemnizaciones por esa demora. El directivo, despedido por Ferrovial en el 2006 tras haber ocupado la plaza de director general global de la empresa, ha negado que mantuviera nunca conversación alguna con Millet

El documento más compremetedor que ha mostrado el fiscal Emilio Sánchez-Ulled, y en el que se vislumbra que, en efecto, se establecía en el Palau el nexo entre la obra pública de la Generalitat y la empresa constructora no tenía relación con Buenaventura, sino con su antecesor . Se trata de un fax en el que Rafael Puig-Pey detalla a Millet la pobnre recolecta de obra pública de su empresa y le anima a unir esfuerzos para revertir la situación. Buenaventura ha señalado que Puig-Pey si le comentó en su día que el Millet había presumido de contar con ciertos contactos, “algo que no se confirmó”, ha sentenciado.

Poco después del mediodía ha inciado el interrogatorio a  Juan ElizagaJuan Elizaga, responsable de Relaciones Institucionales.Elizaga ha confirmado la versión de Buenaventura en cuanto al initerés estratégico del patrocinio, lo que ha llevado al fiscal Sánchez-Ulled a exhar mano de la ironía. Viendo la diferencia de años, y de importes aportados, en que Ferrovial patrocinó al Palau (casi 20 y más de 11 millones) con respecto, por ejemplo, al del FC Barcelona (apenas cuatro, por 600.000), ha preguntado si el retorno en imagen era varias veces superior con la institución musical que con el club de futbol.