La jueza propone juzgar por terrorismo a los agresores de los guardias civiles de Alsasua

La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela no está dispuesta a perder el tiempo y en un tiempo récord ha dado por concluida la instrucción de la agresión de los guardias civiles ocurrida en Alsasua (Navarra) el pasado 15 de octubre. En su auto propone juzgar a los nueve identificados por las víctimas por los delitos de atentado, lesiones, provocación a la discriminación, odio o violencia contra grupos y terrorismo.

Tras ordenar el pasado lunes la detención de los presuntos agresores y realizar casi medio centenar de ruedas de reconocimiento, la magistrada considera que hay indicios suficientes para juzgar a Jokin Unamuno Goikoetxea y Adur Ramírez de Alda, quienes consiera que "podrían encontrarse entre los principales promotores de las movilizaciones, celebraciones de los actos anuales "Ospa Eguna" y concentraciones llevadas en cabo en Alsasua por el colectivo local "Ospa Mugimendua", que reclama la expulsión del País Vasco y Navarra de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los otros procesados por la magistrada son Aratz Urrizola, Julem Goicoechea, Jon Ander Cob, Iñaki Abab, Oihan Arnaz, Ainara Urquijo y Aritz Urdangarin. Según la magistrada, todos ellos fueron identificados por el teniente y el sargente de la Guardia Civil agredidos y por sus parejas como autores de la paliza que recibieron en el bar Koxka de Alsasua. La jueza ha remitido Juzgado Central de Menores la causa relativa a los dos menores presuntamente implicados en la agresión. 

El auto señala que pasadas las tres de la madrugada de ese día, Jokin Unamuno acompañado de una menor se encararon con los guardias que tomaban una consumición en el establecimiento. Un grupo de entre 20 y 25 personas fueron rodeando a los agentes insultándoles con expresiones como "esto os pasa por venir aquí", "tenéis lo que os merecéis", "iros de aquí", "hijos de puta", "cabrones", "putos picoletos" o "txakurras" (perros). Al salir del bar, los agentes fueron increpados por otro grupo de entre 15 y 20 personas que les golpearon hasta que llegaron dos agentes de la Policía Foral de Alsasua. 

La magistrada ha impuesto a cada uno de los nueve procesados, de los que siete se encuentran en prisión, una fianza de 6.000 euros para hacer frente al pago de la responsabilidad civil a la que pueden ser condenados en un futuro juicio.