Joan Puigcercós: "El que no quiera quedar mal nunca, que no haga política"

-La cuestión es quién será el arbitro, si ERC o el PP.

-Aquí nos jugamos los intereses de Catalunya y si continuamos o no con una política de carácter social. Eso es lo que está en juego. Además, el PP está jugando con fuego en los temas de inmigración.

-Usted nació en Ripoll en el 66. Estudió Filosofía y Letras y Ciencias Políticas en la Universitat Autònoma de Barcelona. La universidad era el adiós a la vida anterior...-De hecho, yo ya me vine a vivir a Barcelona, aunque, claro, volvía a casa de vez en cuando. Me frustraba mucho cuando los de Barcelona me decían: «¡Qué suerte, vivir en un piso de estudiantes!». Yo me había marchado de casa, pero me supo mal.

-¿Qué ambiente político se respiraba en familia?-Mire, mi padre era del Partido Socialista, con un catalanismo difuso pero de izquierdas. Fue fundador de CCOO en mi pueblo. Y mi abuelo era militante de Esquerra Republicana.

-Luchó en el frente.

-Sí, estuvo en la sierra de Pàndols, en la batalla del Ebro. Pasó algunos años escondido en una cueva. Tuvo la suerte de que en su pueblo, Campdevànol, se respetó a todo el mundo. Antes de la guerra civil,el Cojo de Málagallegó y dijo: «Entregadme a todos los burgueses y los curas». Pero entonces alguien salió y dijo: «¿Qué crees, que no hemos hecho limpieza nosotros o qué?». Así consiguieron salvar a mucha gente.

-Lo que pasaron fue brutal. Hasta que eres mayorcito no te percatas de lo que sufrieron.-Mi madre pasó mucha hambre. Durante muchos años tuvo una despensa de resistencia. Cuando era pequeño, yo jugaba por allí y recuerdo su libreta de cálculo, con todo apuntado para que siempre hubiera comida para unos cuatro meses. Mi madre pasó hambre de verdad.

-Nos dieron el presente. Le gusta escribir con estilográfica. Imagino que lleva una.-¡Por favor! Claro, siempre la llevo. [Rebusca en los bolsillos de la americana y la coloca cuidadosamente encima de la mesa.] Cuando fui a Madrid, la tuve que dejar porque a veces la carga explota en el avión.

-En plan Ana Obregón.

-No, oiga, lo mío era la pluma. Además, quizá lo de la Obregón es una leyenda urbana [ríe].

-Sus hijos tienen 10 y 14 años. ¿Ha tenido tiempo de estar con ellos?-Intento tener tiempo, pero no dispongo de todo el que quisiera y a veces tengo la sensación de que se me escapan. Un día llevas a tu hijo a comprar unas zapatillas de básquet y le dices al dependiente: «Un 43 para el niño». Y tu hijo te corrige: «Papá, es un 47». Entonces piensas: «Vale, lo acepto, has crecido». Por cierto, siempre que puedo, la política se queda en el umbral de casa. No quiero influenciarlos. Quiero que decidan por sí mismos.

-¿Y cuando lo ven en Polònia?

-Solemos ver el programa juntos. Acepto la sátira. Yo he tenido la suerte de que la gente que trabaja conmigo no es nada pelota. No me gustan los aduladores. Los dePolòniasaben tocar el nervio de la política catalana, vienen de la política y saben dónde tienen que pinchar. En ocasiones duele, pero me reconozco en el personaje. A veces tengo que contar hasta 5, 10, 15... y a veces hasta 100 [ríe]. Además, pasa una cosa, que llega un momento en que no sabes si eres así o estás imitando al personaje dePolònia. Ahora ya no sé si digoespectacularporque simplemente me sale o porque lo veo en el programa.

-¿Ha comprado bonos de la Generalitat?-Mire, francamente yo tengo unos ahorros que pueden oscilar entre los 8.000 y los 12.000 euros, pago hipoteca... y, claro, si me gasto el contingente de imprevistos en bonos y después lo necesito, malo.

-Dicen que el tripartito no ha sabido explicarse bien.

-Yo le digo por qué. Cuando hay alternancia democrática, un gobierno tiende a hacer todo lo contrario de lo que hizo el anterior. Aquí hemos pasado de un extremo al otro. Jordi Pujol era el rey de la propaganda. ¡El Eix Transversal se inauguró 17 veces! Cada kilómetro nuevo, lo inauguraban. Yo escribí un artículo en el que decía que eleje del malno era Sadam Husein, sino el Eix Transversal porque tenía un índice de siniestralidad terrible. Luego, el tan criticado tripartito lo arregló, pero... En fin, que ha faltado contar más y mejor la acción de gobierno.

-¿Cómo están en este momento sus relaciones o no relaciones con Josep Lluís Carod-Rovira, al que usted sacó de las listas de Esquerra?-Mire, yo a Carod le he reconocido siempre un gran sentido del humor e ironía, y por lo tanto considero que se puede convivir perfectamente con él. Como dice Joan Fuster, la ironía necesita cómplices, si no, malo. Dicho esto, cada uno tiene su espacio y hemos planteado en Esquerra un relevo generacional.

-Pero muy bien no lo habrá pasado usted...-Evidentemente, no ha sido nada agradable.

-¿Y cómo fue la conversación en la que le dijo a Carod que esta vez no iría en las listas?-No fue nada fácil... Siempre son momentos difíciles, pero si estás en política tienes que asumir que hay momentos difíciles. La aspiración de ir en las listas de un partido político la tiene mucha gente. Mucha gente espera muchos años y nunca ha podido estar en las listas.

-¿No le preocupa quedar como el malo de la película?-Eso, precisamente, es la responsabilidad. El que no quiera quedar nunca mal, que no haga política. Bueno, ni política ni casi nada.

-Pilar Rahola ha dicho que usted es el Rey Sol de Esquerra. Vamos, Esquerra es usted.-Hombre, yo soy republicano, así que es difícil que sea el Rey Sol, pero bueno... Yo no puedo decir nada de Pilar Rahola. Es una exmilitante de Esquerra que un buen día decidió recorrer un camino con el Partit per la Independència, con el señor Àngel Colom, que hoy está en la órbita de Convergència, y cada uno tiene que hacer su camino.

-¿Sueña usted con Joan Laporta y Joan Carretero?-No, no sueño con ellos [sonríe]. Yo suelo recordar mis sueños y algunos son verdaderamente alucinantes, pero le aseguro que Carretero y Laporta no aparecen en ellos.

-¿Le preocupan?

-A mí siempre me preocupa que haya una situación de escisión, cuando alguien que estaba contigo deja de estarlo, porque eso quiere decir que hay algo no hemos hecho bien. Pero yo siempre digo que lo que no tiene solución no puede ser nunca un problema. Esos señores han decidido, de forma totalmente legítima, presentarse a las elecciones al Parlament de Catalunya y yo tengo que respetar su decisión.

-Catalunya independiente. ¿Debería tener ejército?-No, formamos parte de la Unión Europea, nos encontramos en un espacio de libertad. Evidentemente, la seguridad es muy importante. Para mí, la seguridad es un concepto de izquierdas, no de derechas, porque la derecha puede pagarse la seguridad y, en cambio, la izquierda, no. La mayoría de las personas necesitamos una buena policía.

-Pero deberíamos estar en la OTAN.

-Evidentemente.

-Pues entonces algunos soldados tendremos que tener.-Bueno, ¿y por qué no? Puede que en Catalunya haya gente voluntaria. También podemos compartir el Ejército con España, yo no tengo ningún inconveniente. De hecho, siempre digo que cuando Catalunya sea independiente seremos aliados de España.

-No solo esto. Usted ha dicho en alguna ocasión que se puede querer a España y a la vez estar a favor de la independencia de Catalunya.-Efectivamente.

-Eso no se lo cree ni usted.

-Perdone, yo conozco unos cuantos que van con la selección españolala Roja,que hablan castellano normalmente en su casa, que por lazos familiares tienen claros vínculos sentimentales... Mire, hace poco estuve en Madrid y les dije que hay cosas que nos unen con España y otras que nos separan. ¿Qué nos une? Pues la lengua, hay una lengua compartida; la cultura, hay una cultura compartida; también hay una familia compartida en muchos casos; una historia, con desencuentros, pero compartida; una Belén Esteban compartida... Formamos parte del sur de Europa... Desgraciadamente, hay algunas cosas que nos separan y que dudo que se arreglen. Por ejemplo, nos separa el expolio fiscal; una incomprensión y a veces creo que incluso mala fe en el tema de la lengua y la cultura catalanas, que lo ven como algo que estorba... Y dices: «Si yo fuera independiente, llegaríamos al equilibrio perfecto, tendríamos la Costa Brava llena de madrileños y no habría ningún problema por que les hablásemos en catalán».

-Ha escrito usted el libro El pais que tenim.-Son conversaciones con gente... Es un homenaje a algunas personas que con mucha dificultad han salido adelante. Hay ejemplos como Jordi Rosell, que es regidor de Esquerra en la localidad de Gelida. Es ingeniero informático y ciego desde los 11 años. Su historia personal es toda una lección.

-¿Qué hará cuando se retire de la política?-¿Qué haré? Mire, soy un cocinero bastante correcto, pero quiero saber más de repostería. Hago paellas bastante bien, créame.

Seguirá, pues, teniendo la sartén por el mango. Suerte.