LAS NEGOCIACIONES POSELECTORALES

Iglesias y Rivera fijan sus condiciones de gobierno a Sánchez

El Rey y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, este lunes en la Zarzuela

El Rey y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, este lunes en la Zarzuela / periodico

IOLANDA MÁRMOL / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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En el enésimo episodio de la política ficción, Podemos y Ciudadanos marcan sus condiciones a Pedro Sánchez, una vez que este ha logrado permiso del comité federal para iniciar las negociaciones. Las dos fuerzas emergentes quieren hacerle elegir entre ambos, puesto que se consideran “incompatibles”. Esperan que aterrice su investidura en el escenario que más le conviene a cada uno y que descarte jugar en pantallas paralelas. Incluida la de nuevas elecciones, de la que ambos partidos dicen abominar.

Para Pablo Iglesias, la única partida posible es un Gobierno de coalición PSOE-Podemos-IU, y así se lo trasladó al Rey este lunes, a quien comunicó también su cerrojazo a una posibilidad sobre la que se especulaba a las dos orillas de la izquierda: la de una abstención de los podemistas para facilitar un Ejecutivo Sánchez-Rivera. Ni Podemos ni sus aliados lo permitirían. "A PSOE más Ciudadanos votaríamos no", advirtió Iglesias, en un aviso a navegantes enviado el día antes de que el dirigente socialista acuda a Zarzuela a analizar salidas al atolladero político.

Con ese 'no', Iglesias trata de que Sánchez aborde de inmediato su propuesta de Gobierno, que aún siendo compleja, sigue estando viva. El líder de Podemos defiende que no existen líneas rojas, pero este lunes dejó muy claro que la vicepresidencia no es algo que esté dispuesto a ceder. "Es una cuestión estratégica", defiende, y alimenta su reclamación con el relato oficial en la doctrina del partido, que asegura que ante la impostura de los socialistas, el único modo de garantizar el cambio es amarrarlo desde la Moncloa. 

¿Estaría dispuesto a ser flexible en el número de carteras? La dirección defiende que el reparto debe ser "paritario", tanto en el número de ministerios como en el peso de los departamentos. Ante los que los acusan de acaparar sillones, argumentan que necesitan ministros que defiendan políticas del cambio. Y sobre el contenido, de momento, guiños.

Sánchez terminó su discurso ante el comité federal con una mención a la célebre frase de Julio Anguita “programa, programa, programa”, que es, a su vez, una de las preferidas de Iglesias. "Dijo algo sensato al evocar a Anguita", reconoció este lunes, en unas declaraciones ante los medios en las que recordó que sus propuestas "no son maximalistas".

"CORTAR CABEZAS"

La escenificación de Iglesias hacia Sánchez es ambigua. Formalmente muestra paciencia al anuciar que respeta los tiempos del PSOE. Sin embargo, hurga en las disputas entre socialistas, de modo que su ofrecimiento para apoyarle "frente a los que están deseando cortar cabezas" tiene varias lecturas. Máxime cuando el pretendido apoyo llegó apenas horas después que se hiciesen públicas las declaraciones de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, descartando la coalición de izquierdas. "Un Gobierno con Podemos, no lo veo, no lo veo", dijo en el comité federal.

Más allá de un juego de dardos, los de Iglesias dan pasos para allanar las negociaciones. El líder de En Comú Podem, Xavier Domènech -que este lunes se entrevistó también con el Rey- conversó la semana pasada con ERC en busca de apoyos aritméticamente imprescindibles para que el Gobierno de izquierdas pudiese salir adelante. "No creo que los dirigentes de ERC tengan cuernos ni rabo", señaló Iglesias ante la demonización por parte de barones del PSOE del diálogo con los partidos independentistas. 

RIVERA MIMA AL PSOE

En el otro bando, Rivera, también después de su audiencia con Felipe VI, hizo guiños al PSOE, al detallar los puntos de unión entre la fuerza naranja y los socialistas. Entre ellos, recordó, el convencimiento de que la soberanía nacional recae en el conjunto de los españoles. Citó su negativa al referéndum y su convencimiento de que Ciudadanos "no podrá formar parte del mismo acuerdo de gobierno" que sume a Sánchez e Iglesias, pero no se mostró tan reacio a los podemistas como en otras ocasiones. De hecho, señaló que "no se trata de poner cordones sanitarios a nadie" y se mostró convencido de que con Podemos se podría llegar a acuerdos puntuales sobre algunas leyes. 

Aun así, la opción por la que apostará, tras el cierre de las audiencias en Zarzuela, es sentar a PP y PSOE en mesas de negociación paralelas para limar asperezas y sumar a ambos a una gran coalición.

En este juego de estrategias, el PP es tajante en dejar claro a Sánchez y Rivera que no podrán contar con su abstención para llegar al poder. "Votaremos en contra de cualquier propuesta de Gobierno que no esté encabezada por Mariano Rajoy", aseveró el vicesecretario de organización, Fernando Martínez-Maíllo. El dirigente reiteró que el jefe del Ejecutivo en funciones rechazará un nuevo ofrecimiento del Monarca, si es que lo hubiera, dado que no cuenta con los apoyos necesarios. Mientras, sigue siendo una incógnita si el Rey propondrá candidato a la investidura o esperará a que los líderes salgan de la política ficción y empiecen a negociar.