mirador

Impulsar la sociedad

XAVIER Bru de Sala

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ala extrema parquedad de las arcas públicas, se le suma la claridad expositiva del Govern. Ahora la sociedad es más consciente de la gravedad. La Generalitat recortará gasto por todas partes, los impuestos no subirán y se mantendrán las promesas electorales de suprimir el de sucesiones y evitar, por el momento, el copago de la sanidad. El primer objetivo consiste en frenar el incremento del déficit. A grandes rasgos, este es el panorama de la hacienda. Por otra parte, en el capítulo de las inversiones, elconsellerLluís Recoderya anuncia enfrentamientos con Madrid por el incumplimiento de los compromisos inversos del Gobierno central reflejados en el Estatut de Catalunya. Seguro que no es el único.

La primera etapa de la presidencia deArtur Masse cumplirá bajo el signo de la austeridad y las extremas dificultades para la acción política. Mientras no se consiga una mejora significativa de la financiación o la economía no entre en franca recuperación, con el consiguiente aumento de los ingresos, y ambas cosas van para largo, el Govern va a tener que ingeniárselas para «hacer más con menos». No hay otro remedio que intentarlo. ¿Con qué instrumentos? ¿Con qué límites? El voluntarismo es muy loable pero no obra milagros.

El protagonismo del Govern es comprensible. Es novedad y despierta interés. Losconsellersson asimismo bastante prudentes, evitan prometer el oro y el moro, se ciñen al programa electoral y a las líneas marcadas por elpresident. Entre ellas reducir el paro a la mitad. ¿Con qué instrumentos, insisto? Una cosa es contribuir al renacer de la imprescindible sintonía entre sociedad y Generalitat y otra volver a las andadas de hinchar el globo del autogobierno como si se bastara y sobrara para cambiar la faz del mundo. Es probable que en el curso de cuatro años la situación haya mejorado por sí misma. ¿De quién será en este caso el mérito? De quien esté arriba para recoger el fruto de sus desvelos. Si mientras, losconsellersAndreu Mas-ColellyFrancesc Xavier Mena han favorecido nuevos sectores productivos, las medallas serán merecidas.

Hablando sin ironía y sin rodeos, todo lo anterior conduce como las paredes de un embudo a la misma salida. El futuro de Catalunya depende de la sociedad, no en primer lugar del Govern. Cuanto más difíciles son las circunstancias e inciertas las salidas, más claro debe tener el Govern que su primer deber es impulsar la sociedad. Si esto es cierto en todas partes, allí donde las estructuras de los estados son potentes, mucho más lo es en Catalunya, habida cuenta de la debilidad institucional y la escasa complicidad, por no hablar de animadversión y ceguera, del Gobierno central y el sistema mediático español. La sociedad debe ser la prioridad, el sentido, la hoja de ruta del Govern.