El importante subsistema de los partidos territoriales

Cuando se mira la evolución del sistema de partidos en España, en realidad el cuadro muestra la necesidad de relativizar la cuestión del bipartidismo. ¿Por qué? Desde 1977, junto a los grandes partidos cuya evolución se muestra en el cuadro Partidos de ámbito estatal, una auténtica miríada de pequeños o no tan pequeños partidos de ámbito territorialmente limitado ha jugado algún papel desde entonces. Lo cual nos muestra que el modelo político español, en razón de su ley electoral, es un sistema de múltiples subsistemas de partidos.

Por un lado el doble que se deriva de los casos de territorios "históricos", Catalunya y Euskadi, en el que el sistema de partidos imperante resulta notablemente distinto del sistema estatal, con unos parlamentos autonómicos en los que la lógica de la representación tiene su propia dinámica. Pero además las fuerzas políticas de estas comunidades tienen también su propia representación en el Congreso de los Diputados, y en menor medida en el Senado.

Y esto, a lo largo de casi cuatro décadas ha tenido una gran importancia para el consenso constitucional, para aprobar los Presupuestos del Estado o las leyes orgánicas siempre que el partido dominante no tuviera mayoría absoluta. Incluso cuando la han tenido, tanto el PSOE como el PP han dado la bienvenida a apoyos de investidura, presupuestarios o legislativos, como muestra de su capacidad de generar consenso más allá de la aritmética parlamentaria.

Y cuando estos dos grandes partidos han tenido solo mayoría relativa, la negociación y la búsqueda de acuerdos con las minorías catalana catalanay vasca vasca(así se llamaban coloquialmente), ha sido sencillamente crucial. A cambio de algo, claro está, pero esto es política de verdad, negociación y transacción. La cosa no acaba aquí, pues aparte de catalanes y vascos, otros territorios han generado de modo continuo su propio espacio de representación territorial. Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, Partido Andalucista, Partido Aragonés Regionalista, Unió Valenciana, y algunos otros.

La división entre partidos de nacionalidades históricas y partidos regionalistas es formalmente válida, pero no es menos cierto que algunos de estos pequeños partidos territoriales han ido consolidando un perfil propio ligado a una dimensión territorial específica. Otros no, como Ciutadans, que nace como un partido de ámbito territorial en un parlamento autonómico, pero para convertirse -y con resultados notables-en un partido estatal de aspiración mayoritaria, en todo caso de partido de Gobierno. El Grupo Mixto ha tenido su importancia en las diez legislaturas transcurridas, pero todo apunta a que en esta próxima, puede ser decisivo.