DE VUELTA A LAS URNAS

Iglesias cruza los dedos para sumar una mayoría suficiente con el PSOE

La coalición buscará un pacto con Sánchez de inmediato, convencida de que el tiempo jugaría a favor del PP

Pablo Iglesias en el mitin del cierre de la campaña del 26-J, en Madrid.

Pablo Iglesias en el mitin del cierre de la campaña del 26-J, en Madrid. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Aquí seguimos. Llamando a las puertas del cielo”. La noche del 20-D un Pablo Iglesias absolutamente emocionado pronunció esta consigna con la sensación agridulce de haber logrado un triunfo histórico que constituía, a la vez, un empate catastrófico. Seis meses después, el líder de Unidos Podemos vuelve a llamar, pero con el convencimiento de que, esta vez sí, las puertas de la Moncloa pueden abrirse porque han conseguido las tres condiciones previas para obtener la única llave que les permitiría entrar: lograr el doblete de superar al PSOE, en votos y escaños.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"La duda que les exaspera\u00a0","text":"es saber qu\u00e9 porcentaje de voto socialista han capturado con la polarizaci\u00f3n contra el PP"}}

La primera batalla conquistada es simbólica: han instalado en el imaginario colectivo la certidumbre de que pueden ganar. Han roto el mito de la invencibilidad del bipartidismo que operaba desde la transición. Por primera vez, es verosímil que un partido que no sea ni el PP ni el PSOE alcance la presidencia del Gobierno y esta idea permite propagar la sensación de que el cambio sólo es una cuestión de tiempo. Se trata de un elemento determinante conseguido gracias a una victoria táctica, la de haber asentado la polarización con el PP, no conformarse con ser bisagra y revelarse como opción útil para echar a Mariano Rajoy. 

GANAR SIN HUNDIR

El segundo triunfo es estratégico. Han persuadido a parte del electorado socialista, según los sondeos. Podemos ha señalado desde su nacimiento ese requisito como imprescindible para lograr llegar al poder, conscientes que desde en los estrechos márgenes de la izquierda no hay voto suficiente. A tenor de las encuestas, la alianza con Alberto Garzón habría permitido ampliar el apoyo, y ahora la duda que les devora es saber qué porcentaje de esos 1.200.000 electores indecisos entre PSOE y Unidos Podemos se decantan por la opción de Iglesias.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Llegan al d\u00eda\u00a0","text":"de reflexi\u00f3n \"orgullosos e ilusionados\" pero\u00a0con la sensaci\u00f3n de que hay una moneda girando en el aire."}}

Cruzan los dedos para que el ‘sorpasso’ sea doble. Confían en una  victoria nítida que evite una escalada de tensión y el debate de quién ha ganado a quién. Pero tampoco desean un hundimiento estrepitoso de Pedro Sánchez, puesto que necesitan sus votos para sumar mayoría parlamentaria ante la investidura. 

Fuentes de la dirección opinan que tienen opciones de construir un gobierno con el PSOE si Sánchez actúa de inmediato y logran comenzar a negociar la misma noche electoral o el lunes. Opinan que cuanto más tiempo transcurra, irán diluyéndose las posibilidades, por la presión que, sostienen, recibirá de la “vieja guardia”, renuente a un acuerdo con Podemos. De ahí que Iglesias esté determinado a llamar al socialista en cuanto se conozca el resultado.

El tercer logro es haber ganado la batalla del relato para amortiguar el discurso del miedo. Conscientes de que el significado de palabras de la trascendencia de “patria”, “cambio” o “socialdemocracia” estaba en disputa, les han otorgado un nuevo sentido que ha actuado como gasolina para la máquina de movilización. No por intangible es un elemento a despreciar. Lo confirma Íñigo Errejón en el documental ‘Política: manual de instrucciones’, en el que explica que las palabras son “colinas que hay que conquistar”, una a una, en una guerra menos visible, pero determinante.

Apoyado en la convicción de que los “viejos partidos” solo iban a ser capaces de ofrecer una respuesta cosmética a las transformaciones exigidas por la sociedad, Unidos Podemos implementó una campaña en la que querían “decir verdades como puños” sin asustar a nadie. Ese ha sido el reto -ellos creen que conseguido- de una contienda se les ha hecho eterna. La terminan “orgullosos e ilusionados” y con el vértigo de saber que hay una moneda girando en el aire y que caerá del lado que decida el PSOE. 

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Pablo Iglesias\u00a0","position":"CaNDIDATO DE UNIDOS PODEMOS","text":"\"Hay que se\u00f1alar con el dedo a los responsables de la austeridad, que son los enterradores del proyecto europeo\""}}

EL MITIN DE CIERRE

El cierre de la campaña fue probablemente el acto con menos ADN de Podemos y más dosis de consignas de aquella  "vieja izquierda" que tras la alianza con IU denominan "la izquierda tradicional". En Madrid Río, ante 10.000 simpatizantes -según fuentes de la organización- los líderes de la coalición apelaron al voto útil, pusieron en valor la herencia de las "luchas del pasado" y reivindicaron los logros de los republicanos que lucharon contra el franquismo, en un lenguaje algo alejado del discurso propio del podemismo. 

Pablo Iglesias defendió la alianza tejida con Alberto Garzón más allá del 26-J. "Esto no es una alianza electoral, es un compromiso con nuestra patria y con nuestro pueblo. Estamos escribiendo la Historia", jaleó y defendió un nuevo modelo de gobierno con una concepción distinta de país. "Nunca más una España que se imponga desde el centro y no entienda la riqueza de una patria plurinacional", arengó en un discurso en que también hizo referencia a la salida del Reino Unido de la UE. "Hay que democratizar Europa y hay que señalar con el dedo a los responsables de la austeridad, que son los enterradores del proyecto europeo", señaló.

Íñigo Errejón criticó la división maniquea entre buenos y malos que prumulgan desde el PP. "Yo no entiendo de españoles malos y españoles buenos. Entiendo de gobernantes malos. Y a mí me enseñaron que un gobernante malo es el que se rodea de mafiosos, que es cruel con la gente pero servil con los poderosos", arengó desde el escenario en el que recordó a los que "utilizan las instituciones para espiar a partidos políticos, en referencia al 'Fernándezgate'. "A tres días de las elecciones, les recomendamos que hagan las maletas y empiecen a triturar documentos", sugirió. 

El maratoniano último acto de campaña duró tres horas y lo inauguró, a través de un vídeo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se dirigió "a los que todavía dudan" para explicar sus logros al frente del ayuntamiento. Garzón, fuertemente aplaudido por sus bases en Madrid, apeló a construir un gobierno fuerte para luchar "contra el racismo y la xenofobia" y alimentó a sus simpatizantes con consignas de la lucha de clases y recuerdo a la lucha antifranquista. "Salud y República", terminó. 

En Comú Podem busca la reválida tras una campaña "dura"

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":null,"text":"En Com\u00fa Podem ha cerrado en Terrassa (su ciudad talism\u00e1n)\u00a0una intensa campa\u00f1a, en la que partiendo de la 'pole position' ha recibido la presi\u00f3n por todos los flancos, especialmente de CDC y ERC por el del refer\u00e9ndum. \"Ha sido una campa\u00f1a extremadamente dura. Antes nos ignoraban y se re\u00edan, ahora nos han atacado desde el minuto cero,\u00a0pero no ha servido de nada. Pod\u00e9is mandar tuits, mensajes, lo que quer\u00e1is, pero no podr\u00e9is contra la fuerza de un pueblo que ha dicho basta y echar\u00e1 al PP\", ha dicho Dom\u00e8nech a sus rivales. El candidato, convencido de que revalidar\u00e1n el triunfo en Catalunya,\u00a0ha vuelto a centrar sus ataques contra el PP y un Gobierno \"c\u00ednico, hip\u00f3crita, injusto que act\u00faa desde la impunidad m\u00e1s absoluta\". En este sentido, ha querido denunciar la visita,\u00a0sin orden judicial, de la polic\u00eda a la redacci\u00f3n del diario 'P\u00fablico' como \"un ataque directo a la libertad de expresi\u00f3n y a la democracia\"."}}