CAMBIO AL FRENTE DEL ejecutivo ANDALUZ

Griñan dice que se marcha para aliviar a la Junta del 'caso ERE'

José Antonio Griñán, ayer, en la sede de la Junta de Andalucía.

José Antonio Griñán, ayer, en la sede de la Junta de Andalucía.

JULIA CAMACHO / SEVILLA
JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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El deseo de que el nuevo curso político comience en septiembre con un Gobierno sólido y renovado fue el motivo político esgrimido ayer por José Antonio Griñán para justificar su decisión de abandonar la presidencia de la Junta de Andalucía apenas un mes después de que anunciase que no repetiría como candidato del PSOE andaluz a las próximas elecciones autonómicas. Y cree que con su sucesora, la actual consejera de Presidencia, Susana Díaz, se podrá agotar la legislatura gracias a la buena salud de la que goza el pacto de coalición con IU, lo que implícitamente significa que, con su adiós, el también presidente del PSOE intenta liberar de lastre al Gobierno andaluz por elcaso de los ERE.

Griñán recalcó su convencimiento de abrir «un nuevo tiempo con nuevos pilotos» más jovenes. Defendió también la importancia en el ADN de su partido de la lucha por la igualdad, subrayando que será precisamente una mujer socialista la primera presidenta andaluza. Y achacó a resabios machistas las críticas a la trayectoria de su sucesora, a la que describió como una persona «capacitada y legitimada» para su nueva misión. El presidente andaluz insistió en que se trata de una decisión «meditada desde la responsabilidad y ejecutada desde la transparencia» para dar estabilidad a los tres años que restan de legislatura. De momento, mantendrá sus cargos orgánicos en el PSOE andaluz y federal, descartando cualquier congreso extraordinario. Y aunque llegó a decir que «cerraría la puerta» en cuanto se fuera, ayer dejó en manos del partido la posibilidad de optar a un escaño como senador o mantenerse como diputado andaluz.

Esto le permitiría seguir aforado, una cuestión nada baladí dado que el anuncio de su marcha se produce un día antes de que declare ante la jueza delcaso de los EREel exinterventor general de la Junta. Una comparecencia que puede poner en la picota a Griñán, al que acusa de «cebar» el fondo de ayudas con modificaciones presupuestarias y de no actuar ante el escándalo de corrupción. Pero Griñán insiste en que no hay motivos «jurídicos» para su imputación y solo concede que el caso le hace daño en lo personal «por las mentiras que se están diciendo». No obstante, admitió que, con su marcha y con la previsible remodelación del Ejecutivo en septiembre tras la investidura de Díaz, el Gobierno quedará liberado de la presión delcaso de los EREy el PP tendrá que buscar argumentos para hacer oposición.

En Madrid, donde Griñán había almorzado el día anterior para comunicar a la cúpula del PSOE su decisión de abandonar la presidencia autonómica, Alfredo Pérez Rubalcaba solo tuvo buenas palabras. El secretario general socialista sostuvo que el andaluz «está cumpliendo su deber», que consiste en «garantizar la estabilidad del Gobierno». Sin embargo, el relevo en la Junta sigue causando inquietud en la cúpula del principal partido de la oposición.

RECELOS EN EL PSOE / En el entorno del líder del partido, que no ha tenido una relación fácil con Griñán, existe cierta desconfianza hacia Díaz, que apostó a las claras por Carme Chacón en el último congreso del PSOE y puede enarbolar la bandera de la renovación, que es lo que exigen los críticos con Rubalcaba. La dirección socialista observa el relevo andaluz desde la impotencia. No han podido pilotarlo y les ha cogido desprevenidos, pero tampoco pueden hacer nada. Eso sí, al igual que la propia Díaz, fuentes cercanas a Rubalcaba están convencidas de que agotará la legislatura, pese a que el PP andaluz ya está pidiendo comicios «cuanto antes» por la «dignidad» de los andaluces.

Díaz adelantó que ayer mismo acordó con IU no anticipar elecciones «desde la lealtad que ambas fuerzas mantienen por el pacto de Gobierno». Tras una encendida defensa de la «honestidad e integridad» de Griñán en sus 40 años de servicio público, aseguró que comparte ese proyecto socialista de futuro «que hoy abre un nuevo tiempo» y en el que auguró que los alcaldes tendrán un protagonismo especial.