El Govern aún ve margen para salvar los presupuestos pese al órdago de la CUP

El Govern y la CUP han marchado unidos este domingo por las calles de Barcelona, pero unos a gran distancia de los otros y mirándose de reojo. La transversal manifestación contra los continuos vetos del Tribunal Constitucional a leyes catalanas ha coincidido con el órdago hasta la fecha más potente de los anticapitalistas al Ejecutivo de CDC y ERC, que apenas consigna cuatro meses de vida: la enmienda a la totalidad a los presupuestos del 2016. De consumarse el próximo 8 de junio, el pacto de legislatura podría saltar por los aires y, según opinaba este sábado Artur Mas en una entrevista a EL PERIÓDICO, el proceso independentista quedaría "muy tocado". Una carísima factura para Junts pel Sí como para no intentar conjurarse contra las adversidades, aunque eso implique dar un leve tirón de orejas al expresidente de la Generalitat.

El proyecto de presupuestos está herido, pero no ha muerto. Ese es el mensaje que han querido transmitir tanto la 'consellera' de Presidència, Neus Munté, como el vicepresidente y promotor de las cuentas en tanto que 'conseller' de Economia, Oriol Junqueras. Ambos han defendido que la aprobación de las cuentas que el Ejecutivo ha presentado esta semana, cuya admisión a trámite se votará el 8 de junio, siempre será mejor que una prórroga de las actuales. Pero mientras Munté ha querido ser punzante con los cuperos apelando a la coherencia con su ideario, de fuerte "compromiso social", Junqueras ha optado por templar los ánimos asegurando que hay tiempo para dialogar, negociar y "perfeccionar" las cifras.

AMBICIÓN SOCIAL

"Los derechos sociales se defenderán mucho mejor con unos presupuestos como los que hemos presentado que con una prórroga de las cuentas actuales", ha asegurado Munté, para quien el proyecto de presupuestos es "ambicioso desde el punto de vista social y nacional". Esas cuentas aumentan el gasto social en 874 millones de euros y dedican cerca de 100 millones a las famosas estructuras de Estado, pero para la diputada de la CUP Mireia Vehí son "poco justas y poco desobedientes".

"Estamos en tiempo de diálogo y negociación. Esperamos que el Parlament pueda debatir y perfeccionar el proyecto con empatía e inteligencia", ha aseverado el 'conseller' de Economia. Sin embargo, esas perfecciones solo podrán introducirse si las cuentas pasan el primer filtro, y quedan entonces a expensas de las enmiendas que negocien los grupos parlamentarios. Pero el Govern no puede retocar antes del 8 de junio las cifras que ya ha presentado. Vehí ha asegurado que la CUP se sentará a hablar, pero ha advertido de que será "complicado" un acuerdo por lo "antagónico" de las posiciones.

CONTRASTE CON BARCELONA

Sin el comedimiento al que el cargo institucional sí obliga a Junqueras, otro representante de ERC, su candidato a las elecciones generales, Gabriel Rufián, sí ha metido directamente el dedo en el ojo a los anticapitalistas. Les ha recordado que han facilitado con su abstención que se aprobase el presupuesto "de Ada Colau y Jaume Collboni" en el Ayuntamiento de Barcelona.

Las presiones cruzadas entre el Govern y la CUP tienen como trasfondo las inciertas consecuencias que tendría el veto presupuestario para la hoja de ruta independentista. La necesidad de salvarla a toda costa sí ha propiciado una coincidencia entre Munté y Vehí: el 'procés' sobreviviría a un veto presupuesto y a un hipotético final abrupto de la legislatura. Para defender esta tesis, la portavoz del Govern ha tenido que corregir al 'expresident' Mas afirmando que "el 'procés' ha venido para quedarse y está fuerte". De momento, no deja de encadenar achaques.