El Govern confía en el 'sí' de la CUP a los presupuestos

Los 'cupaires' tildan de "chantaje" la amenaza de Puigdemont de ir a elecciones si no hay nuevas cuentas

El 'president' Carles Puigdemont y la diputada de la CUP Anna Gabriel, el pasado 5 de octubre, en el Parlament.

El 'president' Carles Puigdemont y la diputada de la CUP Anna Gabriel, el pasado 5 de octubre, en el Parlament. / periodico

FIDEL MASREAL / XABI BARRENA / BARCELONA

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La clave del futuro político de Catalunya se llama presupuestos. Según hacia qué lado caiga esta ficha del dominó dará inicio a una sucesión de acontecimientos u otros. Si hay acuerdo, se desbroza el camino al referéndum. Si no lo hay, Catalunya volverá a las urnas, pero para elegir nuevo Parlament. El primero 'posprocés’. El Govern bicolor que preside Carles Puigdemont es optimista respecto al apoyo de la CUP a los presupuestos del próximo año. Optimista, de momento, pese a las muestras públicas de descontento de los 'cupaires' con unas cuentas que, si bien han incorporado diferentes tasas para aumentar la recaudación, no llegan ni a rozar el entramado impositivo del IRPF.

Fuentes del Govern y de Junts pel Sí sostienen que existe un preacuerdo con los 'cupaires' y que estos no han reclamado reabrir ninguna cuestión desde que decidieron votar al lado de JxSí contra las enmiendas a la totalidad. Los anticapitalistas apuntan, simplemente, que no ha habido más reuniones desde que su consejo político aceptara la admisión a trámite de las cuentas.

'CASUS BELLI' IMPOSITIVO

El Ejecutivo catalán cree que no se ha de reabrir el debate de la subida del IRPF a las rentas más altas, algo que los sectores más moderados de la exCDC han convertido en poco más que un 'casus belli'. Eso sí, cuentan con que la CUP, como el resto de grupos, presentará enmiendas (que no prosperarán) exigiendo la subida impositiva. Recuerda Junts pel Sí en materia de impuestos que en su programa electoral existe el compromiso de una rebaja de la presión fiscal a las rentas más bajas. No un incremento sobre las más altas.  

El Govern consideran que los ‘cupaires’ lanzan avisos a través de los medios de comunicación respecto a la votación final porque se sienten incómodos con la visión de que se alinean con el Ejecutivo del PDECat y ERC. Es por ello que los anticapitalistas buscan desestabilizar la unidad del Govern para arrancar nuevos compromisos en materia de gasto social o de ingresos tributarios.

La visión de los anticapitalistas, obviamente, es otra. Un pacto con posconvergentes y republicanos solo tiene sentido si blinda y garantiza la celebración de un referéndum y se trabaja para reducir las desigualdades sociales. Encuestas en mano, la CUP esgrime que los catalanes están por la labor de aumentar los impuestos a las rentas más altas.

Pero, de momento, la CUP no ha logrado introducir grietas entre republicanos y posconvergentes. Y en todo lo referido al proceso soberanista, como por ejemplo la dotación presupuestaria para el referéndum anunciado para septiembre del 2017, hay acuerdo porque se ha mantenido una relación fluida entre Junts pel Sí y la formación anticapitalista. "No nos preocupa", apunta un dirigente de la coalición gubernamental.

En presidencia también exhiben optimismo porque están convencidos de que la formación anticapitalista no puede permitirse vetar de nuevo los presupuestos. Hacerlo supondría abortar el referéndum. Y los capitalistas le llaman a eso "chantaje", puesto consideran que la consulta vinculante no puede pender de las cuentas

PUGNA SINSENTIDO

Otro argumento que esgrime el Govern respecto a la CUP es que no tiene sentido entrar en una pugna por los escasos márgenes de maniobra fiscal de que dispone la Generalitat si el objetivo es que dentro de un año Catalunya sea ya un país independiente tras la celebración del referéndum. Es decir, que una vez creadas o modifcadas al alza determinadas tasas, el Govern no entrará en una batalla por modificar el IRPF o el impuesto de sociedades o el de sucesiones. Modificaciones que solo supondrían una recaudación extra dentro de dos años, "cuando ya seríamos independientes", insisten en Junts pel Sí.

Es cierto, respecto a la CUP, que el compromiso de Puigdemont con el referéndum unilateral ha hecho que los anticapitalistas tengan una actitud mucho más favorable a las cuentas, como ya exhibió en agosto la diputada Anna Gabriel: "Pediremos que vayamos revirtiendo recortes en sanidad y educación, pero tampoco entraremos al detalle de determinadas partidas", admitió, argumentando que si se concreta la apuesta por el referéndum, ello "dibuja un momento de inflexión democrática". "Esto será lo que guiará nuestra actuación de forma principal", admitió.

Pero los 'cupaires' insisten en que al final, su apoyo al presupuesto dependerá de si los actos del Ejecutivo les insuflan suficiente confianza como para creer que Puigdemont culminará el 'procés', vía referéndum, o no. De momento ya han denunciado que los plazos para la constitución del proceso constituyente no se están cumpiendo.