CONTROVERSIA EN LA FINAL DE COPA

Un inspector jefe antidisturbios ordenó requisar las camisetas amarillas

Inspección en el acceso al partido de final de Copa, este sábado.

Inspección en el acceso al partido de final de Copa, este sábado. / EFE / PABLO AGUILAR

L. Rendueles / J. J.Fernández

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Tres mandos policiales preparan un informe sobre la requisa de 199 camisetas amarillas con el lema 'Ara és l'hora' a aficionados del Fútbol Club Barcelona antes de la final de la Copa del Rey. La decisión fue tomada por un inspector jefe de una unidad de antidisturbios (UIP) y respaldada por sus superiores: un comisario y el comisario general de Seguridad Ciudadana, según pudo saber EL PERIÓDICO de fuentes del operativo policial.

"La última semana se decidió reforzar el dispositivo con cinco equipos más de antidisturbios", es decir 250 agentes más, comentan fuentes policiales. Varios grupos, algunos de las UIP de Barcelona, se colocaron a la entrada de la zona del estadio reservada para los seguidores culés. Fue cuando un inspector jefe decidió retirar las camisetas.

Sus superiores le respaldaron y sus compañeros comenzaron a requisar camisetas. "O te la quitas o no entras al partido", les decían a los aficionados. Los responsables de esa decisión preparan un informe para el Ministerio del Interior. En él argumentarán que esas camisetas podrían haber contribuido a generar violencia en el estadio.

Zoido: "No había orden de retirarlas"

En esa línea se expresó este martes en el Senado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que insistió en que no dio "orden alguna extraordinaria a la policía". Si se requisaron 199 camisetas, dijo, "no fue por ser amarillas", sino en aplicación de la Ley del Deporte y el reglamento de la Federación Española de Fútbol.

El ministro contestó así a la pregunta del senador del PDECat Josep Lluís Cleries, que preguntó la razón por la que el Gobierno "confunde violencia con libertad de expresión". Cleries calificó de "muestra de odio a los catalanes y lo catalán" que se retiraran camisetas "a una afición pacífica".

Zoido le replicó: "Yo vi dentro del estadio muchas camisetas amarillas". Insistió en que la policía "conoce sus obligaciones" y aplicó lo previsto por una ley de 2007, "del Gobierno Zapatero". Agregó que fueron "levantando un acta por cada uno de los 199 casos" que exhibían en la pechera "lemas y logos políticos".

La senadora de ERC Mireia Cortés denunció que el Ejecutivo "ha convertido el color amarillo en ofensivo", en un ejercicio de "censura", mientras en el estadio se permitían"bengalas y banderas franquistas con pollo incluido". El FC Barcelona ha negado que aprobara la retirada de camisetas, según el portavoz de la directiva, Josep Vives. Calificó de "absolutamente falso" que en la reunión de la Comisión Antiviolencia previa a la final se acordara la retirada de símbolos amarillos.

Críticas del PSOE

El PSOE quiere que Zoido dé explicaciones en el Congreso, iniciativa que tienen registrada Unidos Podemos, Esquerra Republicana y el PDECat. Su portavoz, Margarita Robles, cuestionó la actuación policial, pues considera que, aunque los independentistas vinculen el amarillo con la defensa de los políticos en prisión preventiva, llevar camisetas de ese color se enmarca en el ejercicio de la libertad de expresión.