Rajoy da carpetazo al 'caso Barberá' y evita pedirle el escaño

Rajoy, este viernes, en Bratislava.

Rajoy, este viernes, en Bratislava. / JMA

SILVIA MARTÍNEZ / Enviada especial a BRATISLAVA / PILAR SANTOS / MADRID

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El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se escudó este viernes en que Rita Barberá ya no forma parte del PP para evitar pedirle el acta como senadora. El dirigente conservador no quiso afear a la exalcaldesa que esté decidida a mantener su escaño pese a estar investigada por el Tribunal Supremo por un presunto delito de blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP de València.

Tras una semana de silencio y espantadas a la prensa, Rajoy utilizó el argumento de que Barberá “ya no es militante del PP” para justificar la actitud pasiva que ha decidido asumir ante el escándalo protagonizado por la que fue un puntal del partido durante décadas: no le pedirá el acta porque como presidente del PP “ya no tiene ninguna autoridad sobre ella”. Legalmente, el acta es propiedad del parlamentario, pero la prensa planteó al dirigente popular la posibilidad de que le pudiera reclamar ese gesto. El CIS lleva años señalando que la ciudadanía considera que la corrupción está entre sus principales problemas. “Entiendo su interés –contestó al periodista--, pero entienda que ya he respondido a esa pregunta”. No había respondido a eso en concreto, pero Rajoy ya había decidido a esas alturas de la rueda de prensa que había dicho todo lo que quería decir de la exalcaldesa.

El jefe del Ejecutivo ofreció estas declaraciones en una breve rueda de prensa en Bratislava (Eslovaquia), al finalizar una cumbre europea sobre los nuevos retos de la Unión tras el ‘brexit’ y el auge de los populismos. El presidente descartó que el ‘caso Barberá’ y la petición de 6 años de cárcel para el socialista José Antonio Griñán por el escándalo de los ERE, que son a los asuntos a los que hizo referencia, dificulten la formación de gobierno. “Lo que influye es la actitud del señor Sánchez porque es lesiva para los ciudadanos”, afirmó. "Es inaudito y sorprendente. Me cuesta mucho trabajo saber a qué se debe [su actitud]", insistió el líder popular.

Rajoy reflexionó sobre los abundantes casos de corrupción que se han destapado estos últimos años y celebró que en España no haya “impunidad”. “Estas cosas tenemos que intentar entre todos que no se vuelvan a repetir nunca (…). Realmente la corrupción no es algo de un partido, ni es algo de una organización determinada. La corrupción es algo que va unido a la condición humana”, declaró antes de proclamar que su Ejecutivo ha actuado “con contundencia” y ha aprobado leyes para luchar contra esta lacra.

LA NUEVA CÚPULA DEL PP

La actitud del máximo dirigente del PP choca con la nueva cúpula de su partido que él mismo nombró hace poco más de un año. Vicesecretarios como Javier Maroto y Pablo Casado reclaman a Barberá que deje su escaño, al igual que dirigentes autonómicos como Cristina Cifuentes.

Las palabras más benevolentes con Barberá volvieron a salir de la boca de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal,  que incidió en defender la "presunción de inocencia" de la valenciana.  Ese argumento también lo repitió el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, que confesó que no está pasando “un buen momento”, porque es amigo de Barberá. Margallo explicó que la exalcaldesa está "sufriendo"sufriendo porque ha dejado un partido en el que ha militado 40 años con el “desgarro sentimental” que eso supone y porque algunos miembros del PP no le han dado un trato "excesivamente cariñoso".

EL CASO DE MAGDALENA ÁLVAREZ

Horas antes de la intervención de Rajoy, la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría,se escudó en la separación de poderes para no reclamarle a Barberá su escaño y repitió el mismo argumento que Rajoy: “Ya no está afiliada al PP” y el partido “ya ha tomado sus decisiones al respecto”.

Sin embargo, la vicepresidenta sí que se atrevió sí que se atrevióa pedirle el cargo a Magdalena Álvarez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros cuando la política socialista fue imputada en el 'caso de los ERE'. "Yo llamo a Magdalena Álvarez a la responsabilidad", dijo en junio del 2014 Santamaría al reclamarle que abandonara su puesto en el Banco Europeo de Inversiones.

También se le preguntó a la vicepresidenta por el apoyo que en su día prestó a Barberá, a la que consideraba “una amiga”. “Rita es política en estado puro, de la buena, de la que sirve”, declaró  en un acto en marzo  del 2012. La número dos del Gobierno contestó que cuando hizo esas declaraciones opinaba "como muchos ciudadanos de la ciudad de València que la habían votado en innumerables ocasiones y con mayorías absolutas altísimas".