Gemma Montull : "Los pagos [a CDC] eran una cosa normal"

La exdirectora financiera de la entidad implica al partido y a su extesorero en la falsificación de facturas

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Gemma Montull, exdirectora financiera del Palau de la Música, también ha tirado de la manta, aunque, en su caso, tras un pacto con la fiscalía para rebajar la pena solicitada para ella de 26 años de cárcel a solo tres años, uno de ellos sustituible por una multa. "Los pagos [a CDC] era una cosa normal" y se hacían "desde hacía años", ha declarado este miércoles, en línea con lo declarado anteriormente por el expresidente de la entidad, Fèlix Millet. La exalto cargo de la entidad cultural ha admitido que "Ferrovial utilizó el Palau" para canalizar fondos destinados a CDC. Y ha precisado: "Si lo hacía sería a cambio de algo, lógicamente". Pero ha aclarado que en ese momento desconocía que era por adjudicación de obras públicas. "Millet era muy incisivo en saber cuándo se recibía el dinero de Ferrovial", ha aclarado, a la vez que ha afirmado que los dos directivos de la constructora eran quienes se reunían con Millet y su padre.

También ha reconocido que el Palau pagó servicios efectuados no a la entidad, sino a la misma CDC. A la vez, ha implicado a la formación política en la falsificación de facturas para poder justificar ante Hacienda las salidas en efectivo de dinero que fue a parar al partido nacionalista. "Millet llamó al partido, pero no se con quién habló. Les dijo que teníamos un problema", ha relatado, para después añadir que fue el extesorero del partido, Daniel Osácar, quien las entregó. La exdirectora financiera ha explicado, además, que un tal Daniel que aparece en un documento sobre el pago de comisiones por parte de Ferrovial era Osácar y que las cantidades que aparecen bajo las siglas GPO eran las que se repartían Millet y Montull del dinero donado por la constructora. El patrocinio real  Ferrovial era poco y "la mayoría del dinero iba a CDC".

EL JEFE ERA MILLET

Con lágrimas en los ojos, Gemma Montull ha reconocido las irregularidades cometidas por su padre y que se utilizaron fondos del Palau para pagar obras en domicilios particulares y viajes de ocio. Ha querido dejar claro que el "jefe" era Millet, que "controlaba todo, absolutamente todo". Su mano derecha, ha reconocido, era su padre, que era director administrativo de la entidad. Ella, según su versión, se limitaba a cumplir las órdenes de Millet y de su progenitor. "Mi autonomía para tomar decisiones era nula", ha detallado. "He venido aquí a colaborar", ha dicho en más de una ocasión.

 Y sobre los bonos cobrados por su padre y el expresidente del Palau, Gemma Montull ha asegurado que, en su opinión, "no le constaba que tuvieran derecho" a percibirlos y que ellos se los autoconcedieron al entender que se los merecía por lo que habían hecho por la institución que dirigían. "Ciertas irregularidades las cometió mi padre", ha explicado con lágrimas en los ojos. Asimismo, ha detallado cómo, a través de cheques al portador, se sacaba dinero en efectivo de las cuentas corrientes de la entidad dinero. "Mi jefe era mi padre. En ese momento no le reproché nada", ha insistido. También ha admitido que había cuentas que no estaban contabilizadas oficialmente. Llorando ha alegado que se le atribuyó falsamente que se había quedado tres millones de euros cuando no era así, sino que se los había llevado Millet. "No me he quedado ni un euro del Palau", ha subrayado.