Análisis

El PP no gana tanto, le favorece la caída del PSC

Joan Tapia

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Alicia Sánchez-Camacho dice que el PP ha tenido el mejor resultado de su historia en Cataluña. Y que ello anuncia un cambio seguro en España. La primera afirmación solo es parcialmente cierta. La segunda es un futurible algo arriesgado (faltan 18 meses para las elecciones españolas), pero puede acabar siendo realidad.

El PP ha obtenido 384.000 votos, el 12,3%, y 18 diputados. Es su máximo en diputados ya que en el 95 Vidal-Quadras (también en un momento de grave crisis socialista, justo antes de la derrota del 96) se quedó en 17. El PP ha tenido pues un éxito porque ha ganado 68.000 votos y sube 4 diputados. Pero no es su mejor resultado en Catalunya. En el 95 logró mas votos (421.000) y mayor porcentaje (13,1%). Y el número de diputados obedece más a la debacle del segundo partido, el PSC, que al ascenso del PP. En efecto, el PP sube solo un modesto 1,6% frente al 7% de CiU. El voto de castigo al tripartito beneficia fundamentalmente a CiU, un partido que se percibe más centrista e identificado con Catalunya. Pero el PP es el único grupo, junto a CiU, que suma votos y diputados, salvo la nueva Solidaritat de Joan Laporta. Y vuelve a ser la tercera fuerza en las elecciones catalanas, lo que no ocurría desde 1999.

Pero el centro de interés del PP es España y el PSC (marca catalana del PSOE) se ha desplomado nada menos que 8,5 puntos y ha tenido el peor resultado de su historia (28 diputados frente a los 34 de Joaquim Nadal en el 95 y los 33 de Joan Reventós en el 80). Y como en España no existe un partido centrista del tipo CiU, si el PSOE sufriera un voto de castigo similar el gran beneficiario en las próximas elecciones españolas (autonómicas y generales) sería el PP. Es la caída del PSC en Catalunya (no la ligera subida popular) la razón fundamental del optimismo conservador. La bajada del PSOE en España podría ser menor que la del PSC por varias razones -entre ellas, la falta de una opción centrista tipo CiU-. Pero cualquier erosión socialista favorece al PP y además es en Catalunya donde los socialistas les sacaron más ventaja (25 contra 8 diputados en el 2008).

La cúpula de Génova quiere remachar que ni José Luis Rodríguez Zapatero ni el PSOE son hoy un buen banderín de enganche. El PSC sería solo el primer pagano electoral del descrédito socialista. Y si el PSOE perdiera una cuarentena de diputados, la cuarta parte de sus escaños actuales, como le ha pasado al PSC, el PP no solo ganaría las próximas generales sino que obtendría la mayoría absoluta. El argumento, realista, es que la crisis castiga tanto a Rodríguez Zapatero como a Montilla. Cierto. Pero también lo es que el PP está muy escorado a la derecha. Y que a CiU no le conviene absolutamente nada la mayoría absoluta del PP. Es algo que se puede notar en el Parlamento de Madrid las próximas semanas.