La fundación pantalla

Andreu Viloca, llegando al juzgado del Vendrell, el pasado jueves.

Andreu Viloca, llegando al juzgado del Vendrell, el pasado jueves.

MARGARITA BATALLAS /MADRID /J. G. ALBALAT /BARCELONA

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Decía el escritor norteamericano Frank Herbert que «la corrupción lleva infinitos disfraces». Y esta máxima se puede aplicar a la fundación CatDem, según los investigadores de la presunta financiación ilegal de CDC. Fuentes jurídicas han explicado que sus pesquisas les han permitido constatar que la CatDem «no existe» sino que es una parte más del entramado financiero del partido y que su tesorero, Andreu Viloca (en prisión desde el jueves), actuaba como un gestor para recaudar las comisiones de empresarios a cambio de adjudicaciones públicas. Lo hacía siguiendo «las directrices» de otros.

De momento, no se ha identificado a estos jefes, pero parece que con el tiempo todo llegará. Por falta de papeles no va a ser. En los registros practicados se ha intervenido documentación «muy relevante» hasta el punto de que Guardia Civil quiere «explotar el éxito» «noquear» a los implicados. Los investigadores se van a tomar un tiempo para analizar y cruzar datos. El próximo martes está previsto que se abra una caja fuerte que ha sido facilitada por un colaborador. Y es que esta investigación está despertando conciencias y son muchos los que empiezan a facilitar datos anónimamente.

Destrucción de papeles

Los investigadores han actuado esta semana ante la certeza de que decenas de documentos están siendo borrados tanto en la CatDem como en CDC, aunque insisten en que hay «información en muchos sitios». Ahora se necesita tiempo para averiguar por donde seguir tirando. Y es que en esta trama se ha creado un sistema en el que «si uno cae caen todos, es decir, se necesitan», afirman los conocedores del caso. Por ello, algunos implicados guardan documentación por su propia seguridad. Ese es el caso por ejemplo del empresario Sergi Lerma (Oproler) que tenía en su casa de Madrid varias anotaciones escritas de su puño y letra sobre Oriol Pujol al que llamaba «el conseguidor». También escondía 200.000 euros en efectivo. Anticorrupción pidió al juez que le encarcelara, pero finalmente quedó en libertad bajo fianza de 50.000 euros.

Otros empresarios han empezado a ver las orejas al lobo y han cambiado su actitud. Es el caso de Xavier Tauler que en la Audiencia Nacional reconoció con una cierta altanería que había pagado comisiones a Jordi Pujol hijo y ahora ha optado por tirar por elevación y se ha presentado como el consejero de la familia Cornadó (Copisa) que, según su versión, era la que tomaba todas las decisiones.

Por el contrario, Viloca no quiso explicar los motivos por los que recaudada donaciones de empresarios con contratos de obras públicas. Este dinero llegaba por transferencia y se declaraban al Tribunal de Cuentas, pero también entraba en metálico y no solo a través de CatDem sino también por otras vías.

Una amplia horquilla

Las fuentes consultadas dan por buena que a esta operación se la bautice como la del 3% pero sospechan que las comisiones han llegado, en algunos casos, hasta el 20%. Los concursos de obra pública estudiados oscilaban entre los 600.000 euros hasta los cuatro millones. En el registro de la antigua GISA se han incautado los expedientes de adjudicación de las empresas bajo sospecha y en CDC la contabilidad compartida con la CatDem.