La fiscalía se inclina por no pedir prisión para Marta Rovira

Marta Rovira a su llegada al Tribunal Supremo.

Marta Rovira a su llegada al Tribunal Supremo. / periodico

Xabi Barrena / Ángeles Vázquez

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A partir de los relatos de Raymond CarverRobert Altman edificó, en los 90, su altamente recomendable película ‘Short Cuts’ (‘Vidas cruzadas’, en los cines españoles). En ella, las historias pequeñas de una serie de personajes y las grandes, del territorio que habitaban, la ciudad de Los Ángeles,  se entrelazaban como cadenas de ADN. Mucho se ha hablado de la separación de poderes en España, en cuanto a la voluntad o no del Ejecutivo de Mariano Rajoy de interferir o no en la acción de la justicia, pero en las últimas semanas ha ocurrido un fenómeno distinto. La citación del Tribunal Supremo para esta semana de personajes clave en el entramado independentista, justo en el momento en que ese bando negocia o discute sobre cómo, cuándo y sobre todo quién debe de ser ungido como ‘president’ ha provocado que el proceso hacia la investidura se haga un ovillo con el proceso judicial. 

    Las dos ‘Martas’, Rovira y Pascal, las dos de Vic, y las dos, ahora mismo, líderes de sus partidos (eso sí, con matices, la republicana por delegación del líder encarcelado, Oriol Junqueras) serán las primeras en declarar este lunes ante el juez Pablo Llarena. ¿Cuál será su destino? Según ha podido saber este diario, la Fiscalía no tiene decidido de antemano pedir que se las encarcele, sino que dependerá de lo que declaren. Algo parecido a lo que sucedió con quien abrió, la semana pasada, esta tanda de declaraciones, Mireia Boya, también de la CUP

Petición del juez

Y es que, según recuerdan estas fuentes, no fue la Fiscalía la que solicitó estas comparecencias sino que fueron demandadas de oficio por el propio juez el 22 de diciembre (al día siguiente de las elecciones catalanas). Transcurridos dos meses desde entonces, parece claro que no concurre en este caso el riesgo de fuga o de reiteración delictiva, ni tampoco de destrucción de pruebas, los motivos por los que, ley en mano, se puede decretar la prisión  incondicional provisional. 

    Y echando la mirada hacia atrás cabe recordar que Llarena solo ha mantenido la prisión de Junqueras, se supone que como líder de ese presunto movimiento sedicioso; la de Joaquim Forn, por su poder sobre los Mossos, y la de los ‘Jordis’, por su capacidad de movilización ciudadana. El resto del Govern y de la Mesa del Parlament se hallan libres bajo fianza.

    Cierto es que nada es matemático y que si esas eran las intenciones del alto tribunal el viernes, la publicación en EL PERIÓDICO de que Anna Gabriel se hallaba en Suiza preparando su defensa, y la apertura del gran interrogante sobre si comparecerá el miércoles o no, pueden cambiar la óptica del juez.

Riesgo republicano

Más allá de las ‘Martas’, y al igual que ellas para que expliquen su eventual pertenencia al llamado comité estratñégico que desarrolló el 1-O,  cabe que recordar que la expresidenta de la AMI, Neus Lloveras, y el ‘expresident’ Artur Mas, declararán el martes y se espera que Anna Gabriel haga lo propio el miércoles. 

De todos ellos, la que más riesgo asume  es quizá la secretaria general de ERC. Mientras Pascal aparece desbordada por Carles Puigdemont y su voluntad de ser investido presidente sea como sea, a lo que ella, vía medios de comunicación, opone argumentos “realistas”, Rovira es ahora mismo la cabeza visible de ERC.

No es casual que en las últimas semanas el frenesí negociador entre Junts per Catalunya y ERC haya bajado el pistón. Y es que presentarse ante Llarena con un pacto recién salido del horno con el ‘expresident’, siquiera para investirle simbólicamente, no sería la mejor carta de presentación.

Baste recordar el enfado que generó en las filas republicanas que el entorno de Puigdemont difundiera la reunión del ‘expresident’ con Rovira en Bruselas y como la republicana se cuidó muy mucho de repetir visita, hace pocas semanas, dejando en manos de sus colaboradores la exploración del pacto.

En ERC contienen la respiración y no quieren dar nada por decidido. Confían en que Rovira no ingrese en la cárcel y se niegan a revelar cuál sería su plan C, en caso de que el presidente y la secretaria general del partido quedaran recluídos. En cualquier caso, solo sueltan un lacónico “está todo previsto”, pero no detallan, quizá por no llamar al mal tiempo.

Ungida y confirmada

Cabe recordar que Rovira ha sido ungida como líder real por Junqueras, antes de las elecciones, y reconfirmada por el propio líder cuando, tras la campaña, se cernió alguna duda sobre   

Fuentes de Esquerra consultadas por este diario han señalado que no creían que el ‘caso Gabriel’pudiera perjudicar los intereses de Rovira. «En ningún atestado trascendente de la Guardia Civil se dice nada destacado de los de la CUP». Según otras voces, las autoridades judiciales son conscientes de que en todo lo que rodeó el 1-O, los anticapitalistas solo tuvieron un papel clave en promover que la gente se acercara a los colegios donde se iba a votar en los días previos al domingo de los hechos”.

¿Se va a desatascar la investidura tras la segunda tanda de declaraciones ante Llarena? Que se haya reducido el ritmo negociador no significa que haya un acuerdo a las puertas y se esté esperando a que pase la visite al Supremo para darlo a conocer. Fuentes conocedoras de la negociación han apuntado que la clave sigue siendo que Puigdemont dé un paso al lado, algo que le pide ERC, pero también el PDECat, al menos en cuanto a ‘president’ ejecutivo.

En espera de Puigdemont

De momento, el ‘expresident’ no ha dado muestras de flaqueza y sigue en su empeño, sin reparar en situaciones judiciales sobrevenidas, como las que se le podrían generar al presidente del Parlament, Roger Torrent, o las ya conocidas de Rovira.

    En cualquier caso, el acuerdo aun parece lejano. Según esas fuentes cercanas a ala negociación “falta mucho para acordar qué hay que hacer en esta legislatura [plan de gobierno] y la estructura del Govern, es decir, quién hace qué”