Fernández Díaz relaciona a una entidad de CDC con el yihadismo

Cuando en 1991 José María Aznar alzó el dedo para situar a Alejo Vidal Quadras al frente del PP catalán en sustitución de Jorge Fernández Díaz, fueron muchos los compañeros de filas que lo interpretaron como un castigo a este último por sus (demasiado) buenas relaciones con dirigentes de CiU. Un cuarto de siglo después, el actual ministro del Interior se ha convertido en uno de los mayores arcabuceros contra el Govern de Artur Mas y el proceso soberanista que lidera. En una nueva andanada, el dirigente popular volvió a saltar ayer sobre el alambre al acusar a la Fundació Nous Catalans, vinculada a Convergència, de haber querido «captar» a islamistas radicales para el secesionismo, algo que «tiene sus riesgos».

No es la primera vez que Fernández Díaz sumerge el debate soberanista en terrenos pantanosos. Al margen de informes policiales apócrifos contra dirigentes nacionalistas, de los repetidos comentarios sobre que hay familias que no se hablan por culpa del pulso independentista o de secundar a al PP catalán cuando equiparó su situación al sufrimiento del PP en Euskadi  Euskadi por el terrorismo de ETA, el ministro profetizó en julio pasado que una Catalunya independiente sería «terreno abonado» para el terrorismo internacional y el crimen organizado.

Un año antes, en el 2013, el titular de Interior ya había vinculado el salafismo con la Fundació Nous Catalans a raíz del caso de Noureddin Ziani, exdirector del Espacio Catalano-Marroquí de la entidad vinculada a CDC que fueexpulsado de España por «amenazar la seguridad del Estado». Y fue precisamente aquel episodio el que recuperó ayer en 'El Matí' de Catalunya Ràdio, poco después de que se conociera la última operación contra el salafismo, para transitar por la misma linde.

«A raíz del proceso independentista recuerdo que, en la Fundació Nous Catalans, a mucha de esta gente [islamista radical] se la intentaba captar y hacer proselitismo de esta comunidad con el hecho de la independencia», espetó Fernández Díaz. «En lugar de colaborar en la integración normal en nuestra sociedad [...], lo que se intentaba mediante esa fundación era una cosa diferente, y al margen de la unión de comunidades islámicas de España», agregó.

«IRRESPONSABLE»

La respuesta del Govern de la Generalitat fue rotunda. La presidenta en funciones, Joana Ortega, calificó de «imprudentes, irresponsables e impresentables», las declaraciones del ministro, a quien acusó de tener una «falta de criterio absoluta». También el president Mas, de viaje en EEUU, contestó al dirigente conservador pidiendo que no se «estigmatice» al mundo musulmán y recordándole que en Catalunya hay islamistas radicales «como en todos los países de la UE», y en esos países «no hay debate soberanista» puesto que no «les hace falta porque tienen las herramientas para espabilarse por sí solos».

Además, el 'conseller' de Interior, Ramon Espadaler, remarcó en RAC-1 las diferencias insalvables entre el terrorismo y el movimiento independentista -«que se mueve en los parámetros más absolutos del civismo, la democracia y el respeto»- y aseguró que en Catalunya no hay más salafismo que en otras partes. El ministro había dicho que el «riesgo» en Catalunya es más probable.

PETICIÓN DE COMPARECENCIA

Las declaraciones de Fernández Díaz son «frívolas» y «monstruosas», prosiguió Àngel Colom, presidente de la fundación cuestionada. «En Nous Catalans somos los primeros en luchar contra el yihadismo», se defendió. También anunció que CiU pedirá la comparecencia del ministro en el Congreso para que dé explicaciones, pero este, lejos de arredrarse, volvió a insistir en sus tesis pocas horas después. «Sé muy bien lo que estoy diciendo, sé que independentismo no es yihadismo en absoluto, pero sé muy bien también que con eso no se juega y que hacer proselitismo con determinadas personas para incrementar la causa del independentismo no es precisamente una actividad recomendable ni prudente», espetó en un acto en Madrid.

Tampoco CDC se amilana. «Las acusaciones de Fernández Díaz a Nous Catalans de connivencia con el yihadismo son impresentables. Enésima razón para volver a pedir su dimisión», tuiteó su número dos, Josep Rull. Las peticiones convergentes para que el ministro deje el cargo son directamente proporcionales a los ataques de este al soberanismo.