COMPARECENCIA DEL TITULAR DE INTERIOR EN EL CONGRESO

Fernández Díaz afirma que se reunió con Rato para velar por su seguridad

Los portavoces de los grupos hablan con el presidente de la comisión, ante la mirada del ministro, ayer en el Congreso.

Los portavoces de los grupos hablan con el presidente de la comisión, ante la mirada del ministro, ayer en el Congreso.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Jorge Fernández Díaz dijo este viernes que su controvertida reunión con Rodrigo Rato -el 29 de julio, en su despacho del ministerio, durante una hora- nunca debería haber trascendido. En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el titular de Interior explicó que la cita con el exvicepresidente del Gobierno era perfectamente normal, una de las muchas que mantiene con "decenas y decenas" de altas personalidades preocupadas por su seguridad, a las que él atiende para velar por ellos. Porque lo que estaba en juego aquí, sostuvo el ministro, no era el proceso judicial de Rato, excompañero de partido de Fernández Díaz e imputado por fraude, alzamiento de bienes y blanqueo, sino las "graves ofensas y amenazas" que habían recibido el también expresidente de Bankia y exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) y su familia. "Era mi deber atender su petición", dijo.

El ministro mostró entonces un taco de papeles que contenían "más de 400 amenazas en Twitter". Aquello provocó perplejidad en la oposición, que reclama casi al unísono su dimisión. Raro es el personaje público que no haya recibido ataques, la mayoría anónimos, en la red social. Pero Fernández Díaz pidió no "frivolizar" en este asunto. "Las cuestiones de seguridad no son solo los tuits amenazantes -dijo en la réplica-. Estamos hablando de amenazas. No voy a concretarlas por razones obvias. Ya he ido demasiado lejos".

EL EFECTO IMITACIÓN

Aunque no consta que Rato haya denunciado esas acciones, el ministro argumentó que ahora que él ha tenido que comparecer (tras la presión de los líderes territoriales del PP y del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que le obligó a dar explicaciones parlamentarias) el exvicepresidente recibiría más mensajes intimidatorios. "No es bueno que haya tenido que venir hoy aquí -afirmó-. El efecto imitación está demasiado presente en la sociedad".

Fernández Díaz defendió todos los aspectos de su cita con Rato. Dijo que se había producido con "luz y taquígrafos", en el ministerio y no en un "piso franco", pese a que fue un diario, 'El Mundo', quien reveló el encuentro, que vuelve a colocar al PP, cerca de las elecciones generales, junto al exvicepresidente, gran referente económico de los conservadores, ahora caído en desgracia.

"Lo que le pase a Rato ante la justicia no es de mi incumbencia. Sí lo es su seguridad", dijo primero. "He reflexionado mucho. Actué como debía", añadió poco después. Tal como él lo ve, no hay ninguna contradicción entre la versión de su departamento -que emitió un comunicado asegurando que el encuentro versó sobre cuestiones "personales", ajenas al proceso penal- y la del propio exdirector del FMI, que señaló que hablaron de "todo" lo que le "está pasando". Porque lo que le "está pasando", concluyó Fernández Díaz, son las "amenazas", que preocupaban especialmente a Rato ante el riesgo de que "le retiraran su seguridad".

EL "COMPADREO"

"Obscenas", "patéticas" y "bochornosas" fueron algunas de las expresiones de la oposición para definir sus explicaciones. La mayor parte de los partidos (del PSOE a IU-ICV, pasando por CDC y UPD) le dijeron al ministro que si no optaba por la dimisión pedirían su cese a Rajoy. "Usted tiene toda la información sobre las investigaciones a Rato y compadrea con la corrupción", señaló Antonio Trevín, portavoz de Interior de los socialistas, que han denunciado a Fernández Díaz ante la fiscalía por posible prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos. "Con su cita, está lanzando un mensaje de inseguridad a los policías que investigan a su partido", dijo su homólogo en CDC, Feliu Guillaumes.

Fernández Díaz se olvidó en ese momento de Rato. Atacó al PSOE por "ocultar la bandera nacional en Catalunya"; a Convergència, por sus casos de corrupción. Y a los que sostenían que podría haber mediado para beneficiar al exvicepresidente (toda la oposición, salvo Unió y UPN), les dijo que eso suponía dudar del "honor" de la Policía y la Guardia Civil. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), mayoritaria en el cuerpo, también ha reclamado la destitución del ministro.