CRISIS EN EL PARTIDO POPULAR

La renuncia de Feijóo aboca al PP a la guerra por la sucesión

Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo. / periodico

Pilar Santos / Juan Oliver

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El PP va de sobresalto en sobresalto estas semanas. El último del lunes: Alberto Núñez Feijóo, el que parecía el relevo natural de Mariano Rajoy, anunció que no aspira a presidir el partido conservador. En una convocatoria de la junta directiva en Santiago de Compostela y ante decenas de periodistas, el presidente de la Xunta se descartó en la carrera sucesoria porque no quiere romper el compromiso que tiene con los gallegos hasta el 2020. Esa, afirmó, es su mayor “ambición política”, ser presidente de Galicia.

Con su negativa a dar la batalla, deja huérfanos a numerosos barones y parlamentarios que lo veían capaz de encauzar el partido a menos de un año de las elecciones municipales y autonómicas del 2019 y hacer un equipo integrador. Feijóo era el nombre que se decía justo después de la expresión “lista de consenso”. Y si estos días el silencio del presidente de la Xunta provocó nerviosismo en el PP, ahora, con su decisión, el temor en la sede de Génova es otro: que el partido, que no está acostumbrado a debates entre candidaturas, sufra una guerra interna.

Junta directiva en Toledo

El miércoles se cierra el periodo para presentar los avales y hay dos primeras espadas que no han dicho nada aún: la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. La primera ha convocado este martes en Toledo la junta directiva del PP de Castilla-La Mancha para despejar la incógnita. Santamaría hará lo propio también en las próximas horas.

El jefe del Ejecutivo autonómico alega que no puede romper el compromiso que tiene con los gallegos hasta el 2020

Se esperaba que si Feijóo daba un paso al frente, él pudiera evitar el posible choque entre la secretaria general y la exvicepresidenta, que tienen una relación personal mala y a las que se les presupone poca disposición a integrar en el futuro PP a los equipos contrincantes. El choque se da casi por hecho entre varios miembros de la cúpula.

Feijóo no lo tenía fácil. Si hubiera sido elegido líder del PP nacional, no habría tenido escaño en el Congreso desde el que hacer oposición y se debería haber contentado con un asiento en el Senado. Además, como admitían en la sede estas últimas horas, las primeras decisiones del Gobierno de Pedro Sánchez hacen pensar que el PP puede estar "posiblemente una temporada en la oposición".

Para Feijóo, de 56 años, soltero pero con pareja (Eva Cárdenas, directora de Zara Home), con la que tiene un hijo de un año, la vida en Madrid no habría sido todo lo cómoda que se imaginaba hace unos meses, cuando en el PP fantaseaban con una sucesión tranquila y con el viento a favor.

Las fotografías con el 'narco'

Y puede que en su debate interno, Feijóo también haya tenido en cuenta el lastre de su relación con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico. Para algunos dirigentes es "agua pasada", pero para otros es una mina que cualquiera puede accionar a distancia. 'El País' publicó en 2013 varias fotografías en las que se veía a Feijóo y al capo a bordo de uno de los barcos de Dorado.

Frente al inesperado ‘no’ del líder de la Xunta y las dudas de Cospedal y Santamaría, más anuncios este lunes. Primero José Manuel García Margallo confirmó su decisión de presentarse y una hora después, otro sobresalto. Pablo Casado, que no había aparecido en las quinielas, informó en Twitter que quiere pelear por presidir el partido.

La sombra del máster

Tocada su imagen por la manera en la que había logrado su máster, todo apuntaba a que su carrera se iba a centrar en Madrid. Y esas dudas sobre su título le acarrearon el primer disgusto dos horas después de dar un paso al frente. A la vez que el dirigente atendía a la prensa, la jueza que investiga el diploma de Cristina Cifuentes y abrió una pieza separada sobre el de Casado pidió al Congreso que certifique la condición de diputado de Casado y, por tanto, de aforado. Un paso obligatorio en el caso de que se decida a imputarle. El vicesecretario de Comunicación aseguró que sentía una "absoluta tranquilidad" porque ya aportó "toda la documentación". 

Rajoy evitó el 'dedazo' y las emociones fuertes han llegado al PP.

El silencio de Feijóo impulsó a Casado

El paso de <strong>Pablo Casado llegó por el largo silencio </strong><span style="font-size: 1.6rem;">de Alberto Núñez </span><span style="font-size: 1.6rem;">Feijóo, según fuentes de la dirección del partido. "Yo sí quiero presidir el PP (...) No podemos seguir arrastrando los pies durante toda una semana", aseguró el vicesecretario de Comunicación. Es pronto para saber si Casado representa esa </span><strong style="font-size: 1.6rem;">“tercera vía”</strong><span style="font-size: 1.6rem;"> de la que se habla cuando se buscaba una solución fuera de los pesos pesados. También está a tiempo de levantar la mano el exiministro </span><strong style="font-size: 1.6rem;">Íñigo de la Serna.</strong><span style="font-size: 1.6rem;"> </span>