BALANCE DEL CICLO 'LA PELL DE BRAU'

El federalismo toma aire en L'Hospitalet

Sartorius, Caamaño, Pérez Royo y Arbós señalan las claves que debería tener una alternativa creíble frente al independentismo y al inmovilismo del PP

Nicolás Sartorius, durante su conferencia en el ciclo 'La pell de brau', en L'Hospitalet de Llobregat

Nicolás Sartorius, durante su conferencia en el ciclo 'La pell de brau', en L'Hospitalet de Llobregat / periodico

ALBERT SÁEZ / L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

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"Estoy metido en la creación de un movimiento federalista en España. Creo que es fundamental. Voy a dedicar mi última neurona a ello". Con estas palabras terminó Nicolás Sartorius su intervención en el ciclo 'La pell de brau' que se ha celebrado durante el mes de noviembre en el Auditori Barradas de L'Hospitalet de Llobregat. Un movimiento que podría surgir de las ideas compartidas por el resto de ponentes procedentes del ámbito del constitucionalismo académico heredero de la obra Francisco Rubio LlorenteXavier ArbósFrancisco Caamaño Javier Pérez Royo.

La primera conclusión del ciclo hace referencia al origen del actual clima de tensión entre España y Catalunya: la sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra el Estatuto aprobado por el Parlament, por las Cortes y por los ciudadanos catalanes. "Desde entonces, vivimos en un golpe de Estado permanente" señaló con su habitual contundencia Pérez Royo para quien el germen de ese disparate fue la recusación de Pablo Pérez Tremps que desequilibró las mayorías del Tribunal Constitucional a favor de las lecturas más restrictivas de la Carta Magna.

{"zeta-legacy-key":{"title":"Las claves","keys":[{"title":"Sentencia del Estatut.","description":"\u00a0Todos los conferenciantes del ciclo coincidieron en se\u00f1alar la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut del 2006 como detonante del problema. Rompi\u00f3 la constituci\u00f3n \u00abterritorial\u00bb de la Transici\u00f3n que hab\u00eda garantizado la convivencia."},{"title":"Una consulta no puede ser unilateral.","description":"\u00a0El resultado final de la actual tensi\u00f3n entre Catalunya y Espa\u00f1a debe dirimirse con una consulta pero se tiene que hacer en condiciones de legalidad, tras un debate riguroso. La realizaci\u00f3n de una consulta unilateral rompe la unidad de la sociedad catalana. \u00a0\u00a0."},{"title":"La soluci\u00f3n ha de ser pol\u00edtica.","description":"\u00a0El actual clima de tensi\u00f3n es resultado de la opci\u00f3n unilateralista de la mayor\u00eda parlamentaria catalana retroalimentada por el inmovilismo del Gobierno de Rajoy. Mientras la carpeta catalana est\u00e9 solo en los tribunales no hay soluci\u00f3n posible del conflicto."},{"title":"Un Estado con varias naciones.","description":"\u00a0El pacto que podr\u00eda encaminar la soluci\u00f3n del problema pasa porque Espa\u00f1a y Catalunya se reconozcan m\u00fatuamente como naciones y construyan un Estado que incorpore la pluralidad all\u00ed donde no genere nuevas desigualdades."}]}}

Ese efecto fue justamente el contrario de lo que pretendían los promotores del Estatut, que a juicio de uno de los juristas que tuvo un papel más activo en su tramitación, Francisco Caamaño, "pretendió hacer frente a determinadas maneras de interpretar la Constitución con un texto prolijo que intentó jaquear el marco jurídico político utilizando su propio lenguaje para orientarlo en una determinada dirección".

El resultado del episodio del Estatut, sumado a la crisis económica y al enconamiento del nacionalismo catalán y del PP ha dado como resultado que el 48% de los catalanes se muestra a favor de marcharse de una España que desde entonces carece de "constitución territorial". Esta situación de bloqueo no puede resolverse, insisten los constitucionalistas, por la vía actualmente planteada por la mayoría parlamentaria en Catalunya porque el "derecho a decidir no existe ni en la legalidad española ni en la europea", porque la unilateralidad atropella los derechos de la mitad larga de catalanes que no quieren la independencia y porque la Unión Europea no va a reconocer en ningún caso los resultados de un referéndum de estas características.

¿Sobre qué bases podría actuar el movimiento federalista que pretende impulsar Sartorius? El camino a seguir es, para todos los ponentes del ciclo, la reforma constitucional que podría tener alguna posibilidad de éxito por la precaria mayoría del PP en el Congreso. Una reforma que debería superar algunos eufemismos de la Transición y hablar abiertamente de la "nación catalana", proteger las lenguas españolas que no son el castellano, consagrar el "principio de ordinalidad" en materia de financiación territorial y que crear un "marco de convivencia" capaz de albergar sentimientos nacionales distintos dentro de un mismo Estado. "Es más fácil cambiar la Constitución con la derecha en el Gobierno", concluyó Sartorius.

Los cuatro ponentes son perfectamente conscientes de la dificultades de un proyecto de este tipo. Para empezar la carpeta catalana debe volver a la agenda política y superar el inmovilismo de Rajoy parapetado en la vía judicial. Por otro lado, la Constitución, señaló el profesor Arbós no ha logrado crear una "cultura de Estado que integre el concepto autonómico". Y ambas realidades conjuntadas permiten a los independentistas y a la derecha española obtener rédito electoral de la tensión permanente.

Los organizadores del ciclo, L'Hospitalet-Espai de Debat en colaboración con EL PERIÓDICO, anunciaron que la iniciativa tendrá continuidad con la creación de una tribuna metropolitana.