Los protagonistas de la crisis de Podemos: Iglesias, Errejón, Alegre y Delgado

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Estos son los protagonistas de la crisis de Podemos

PABLO IGLESIAS. Secretario general de Podemos

El líder del partido morado ha venido apoyando a personas de su confianza para encabezar las primarias en los territorios. Los cargos ‘oficialistas’ avalados por él han logrado la victoria en la mayoría de casos, a pesar de que no siempre tenían un perfil carismático. Es el caso de Luis Alegre. En el proceso de organización del partido se ha rodeado de un equipo de colaboradores de confianza que han ganado peso en detrimento de los próximos a Errejón, su amigo desde la facultad. 


ÍÑIGO ERREJÓN. Secretario del área política

Es el número dos, el estratega y director de las campañas electorales. Podemos como partido es la implementación práctica de la hipótesis sobre la que Errejón venía investigando: la aplicación a la realidad política española de las tesis populistas de Ernesto Laclau y Antonio Gramsci. Desarrolla su propia teoría de la plurinacionalidad orillando la tradicional división izquierda-derecha y sustituyéndola por los de arriba y los de abajo. Se le ubica en el sector moderado.


LUIS ALEGRE. Líder de los 'morados' en Madrid

Uno de los cinco cofundadores del partido y portavoz de la organización en sus orígenes. Organizó la asamblea fundacional de Vistalegre y es de la máxima confianza de Iglesias. Su perfil discreto y su escasa proyección pública hizo necesario que la dirección se volcara en las primarias autonómicas para apoyarle, en el 2015, cuando ganó por la mínima al anticapitalista Miguel Urbán. No fue candidato al 20-D para preservar su plaza en la Universidad Complutense. 


EMILIO DELGADO. Exsecretario en la región de Madrid

Afín a Errejón en Madrid. Dimite el pasado lunes de su cargo orgánico –no como diputado de la Asamblea-  por sus desencuentros con Alegre. Le acusa de falta de acción política, de estar desaparecido, de dejar a la dirección sin rumbo,  en un documento abierto que hace estallar la polémica y que los cercanos a Iglesias consideran una provocación. Sus quejas recogen el malestar de las bases y otros dirigentes. Su gesto ha sido respaldado por la dimisión de otros nueve cargos.