Esperanza Aguirre propugna la fusión del PP y Ciudadanos

En estos tiempos de 'pactómetros' y 'ministrómetros', otro termómetro se ha disparado este miércoles en Barcelona. El 'ecuestrómetro', que mide el fervor del selectísimo Círculo Ecuestre con el invitado al que acoge, ha vuelto a registrar altas temperaturas con la presencia de Esperanza Aguirre. Pero las cotas no han superado el récord alcanzado en su anterior visita, en septiembre del 2013. La que entonces era baronesa madrileña del PP prometió hablar solo del 'procés', aunque no fue capaz de evitar alguna de esas pullas que con tanta facilidad dedica a su partido y su líder, Mariano Rajoy. No hubo espacio en el salón principal para acomodar a la prensa ante la ingente cantidad de socios que se inscribieron a aquel almuerzo.

Este miércoles el aforo ha sido algo menor, a pesar de que la hoy (solo) portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid venía a hablar de su libro, es decir, esta vez sí pretendía disertar sobre las políticas populares y 'rajoyescas'. Había motivos, pues, para frotarse las manos. Y no decepcionó. Un ejemplo: "Rajoy no tiene mayoría suficiente para llevar a cabo un proyecto de gobierno". Otro dardo: "La política de comunicación del PP ha sido desastrosa". Y una tercera 'caricia': "Algunos en el PP pensarán que con la investidura ya está todo solucionado, pero se confunden". La exministra, expresidenta del Senado y 'exlideresa' madrileña intentó compensar los latigazos ensalzando el "seny" de Rajoy como punto fuerte para forjar acuerdos que eviten que la legislatura sea corta.

CONTRA MONTORO Y ARRIOLA

Pero le recomendó, de forma velada, al recién reelegido presidente que no escuche tanto a su entorno, en especial a su asesor de cabecera, Pedro Arriola, uno de los pocos nombres propios del PP contra los que disparó Aguirre. El otro fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a quien afeó que "vaya de socialdemócrata". A ambos les une una bonita enemistad desde que, según ella, él filtró su declaración de la renta pocos días antes de las elecciones municipales del 2015, que ganó pero no gobernó. A preguntas del respetable, Aguirre ha dejado claro que quiere repetir como alcaldable en el 2019 y ha sugerido a Rajoy que aumente la cuota de "empresarios catalanes" en su inminente nuevo Gobierno.

Ha puntualizado que no está pidiendo más ministros catalanes, sino más catalanes en puestos determinantes de todos los ministerios y, por ejemplo, en embajadas, a fin de neutralizar la "propaganda nacionalista" y en la línea de aquella propuesta de "catalanizar España" que lanzó ante el mismo foro tres años atrás. Del 'procés' ha hablado bastante poco, y eso ha provocado el enojo explícito de más de un asistente. Varios de ellos no se han cortado a la hora de reprochar al PP catalán su "tibieza" con los independentistas y haberse "puesto de perfil" cuando el nacionalismo se iba haciendo fuerte.

ADMIRADORA DE RIVERA

En esos momentos, Aguirre ha nadado entre dos aguas y, a la vez que defendía a los líderes del PPC, ha propugnado ni más ni menos que la fusión futura de su partido con Ciudadanos, para crear una gran fuerza "de centroderecha liberal". "El surgimiento de Ciudadanos no es ajeno a algunas tendencias que hemos tenido en el partido, pero conservo la esperanza de que el PP y Ciudadanos acabemos unidos. Y recuperemos a la gente que hemos dejado por el camino", ha afirmado Aguirre, que se declarado admiradora de Albert Rivera.