ERC quiere a Junqueras como 'president' si Puigdemont tiene el mando

Sigue la partida de póquer entre Junts per Catalunya y ERC. La insistencia de Carles Puigdemont en llevar el timón del futuro Govern, pese a la poca viabilidad práctica de ello, ha forzado a Esquerra a lanzar un órdago. Según ha hecho público Catalunya Ràdio y han confirmado fuentes de la negociación entre ambas fuerzas a este diario, los republicanos han puesto sobre la mesa que si Puigdemont mantiene ciertas potestades intransferibles, como la de convocar elecciones y la de nombrar y cesar 'consellers', sea Oriol Junqueras el que presida la Generalitat en Barcelona.

Según estas fuentes, los republicanos se amparan en la lógica del 'Govern legítimo'. Es decir, si Puigdemont es un presidente ejecutivo, el presidente de la Generalitat, en Barcelona, pasaría a ser, en verdad, el número dos del entramado político catalán. Es decir, una especie de vicepresidente en la práctica, el cargo que, precisamente, ostentaba el ahora encarcelado en el Centro Penitenciario Madrid VII antes de la aplicación del artículo 155.

Propuesta irrealizable

La propuesta republicana es, en sí misma, difícil de llevar a cabo, precisamente por la restricción de libertad de Junqueras. Pero además, ¿aceptarían los posconvergentes a un 'president' en Barcelona de ERC? Un 'president' que, además, sería el que reconocería el ordenamiento legal español y cuyo nombre adornaría cualquier decreto, disposición e, incluso, presupuesto. Y es que algunos republicanos, más allá de que estén a favor o en contra, no ven la viabilidad de que Puigdemont conserve poderes.

El pulso sobre la presidencia es el más importante de los que se mantienen en la mesa de negociación entre posconvergentes y repubicanos cara a acordar un Govern "efectivo". A pesar de que no se haya acordado un plan de Govern, algo que los republicanos ven imprescindible para cerrar un pacto, en la mesa negociadora ya se están repartiendo áreas de poder. ERC mantendrá la Conselleria de Economia y pide, también, la de Presidència, dos áreas clave del Ejecutivo. Los posconvergentes también ambicionan el departamento que, hasta la aplicación del 155, comandaba Jordi Turull y, según algunas voces, habrían ofrecido a su socio las riendas de Interior.

Mas y "el engaño"

En tanto, el independentismo sigue echando la mirada atrás analizando los días de octubre que llevaron a la proclamación de independencia. Al hilo de lo que declaró ante el juez Pablo Llarena el martes, el 'expresident' Artur Mas ha cuestionado en RAC-1 que "se exagere" una declaración de independencia que, a su juicio, "todos" los diputados soberanistas sabían que era "simbólica", aunque ha admitido que desaconsejó llevarla a votación. Mas incluso ha aceptado que el modo de actuar de la cúpula política independentista configurara un "engaño" hacia sus seguidores que sí creían que se estaba procediendo a la secesión.

Mas, tal y como declaró ante el juez, se ha ratificado en que advirtió a Puigdemont de que no debía dictar la DUI, a la que dio un valor meramente simbólico, sino que debía convocar elecciones.