SONDEO DE PRIMAVERA DEL GESOP

ERC se pone en cabeza

JOSE RICO
BARCELONA

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A muy pocos hechos más enCatalunyase les podría otorgar con tanto acierto la condición de históricos que a una derrota electoral de CiU. Lo que durante tres largas décadas ha sido una quimera, que solo el PSC de Pasqual Maragall logró romper a medias en 1999, ya es una realidad en el influyente universo de la demoscopia. Los nueve meses que van desde elclamor independentista de la Diadahan alumbrado un cambio de paradigma sin precedentes en lapolítica catalana. De celebrarse el próximo domingo elecciones autonómicas, CiU sucumbiría ante el socio que le sostiene en el poder yERClograría un 'sorpasso' a la italiana tras arrebatar a la federación nacionalista otro enorme puñado de votos.

Según el barómetro de primavera del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO, la marca republicana se convierte en el nuevo 'pal de paller' del Estado propio, propiciando uno de los tres grandes movimientos tectónicos que confirman la rebelión de las tradicionales minorías. La segunda sacudida la provocaICV-EUiA, que, con una nueva escalada, atrapa en el flanco progresista a unPSCque sigue desangrándose sin remisión. Y el tercer seísmo lo protagonizaCiutadans, que, en su batalla por el tarro de las esencias unionistas, se pone a la altura de unPPCque regresa al que era su hábitat en Catalunya.

Teorizan a menudo el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y un sector de CDC queCiUestá perdiendo a sus votantes más moderados porque ha decidido copiar el programasecesionistade ERC. Esta encuesta, realizada con 800 entrevistas entre el 28 y el 31 de mayo, pulveriza ese teorema. Todo el electorado que regala la federación se le escapa justo por el ala contraria, la independentista. Lo demuestra el hecho de que de sus tres fuerzas fronterizas (ERC, PSC y PPC), solo la republicana crezca. El barco que timonea Artur Mas tiene dos claras fugas de agua: una cuarta parte de sus votantes se van a la abstención y dos de cada 10 elegirían ahora la papeleta deOriol Junqueras. El 'president' solo consigue fidelizar al 47% de su electorado.

En intención directa de voto,Esquerrasupera en seis puntos a CiU, una tendencia que ya reflejaba el último sondeo oficial de la Generalitat. La novedad es que, 'cocinado' el dato, Junqueras (24,3%) conserva tres puntos de ventaja sobre Mas (21,4%) y duplicaría su actual representación en el Parlament hasta alcanzar los 40 escaños. Sería el ganador con menos fuerza de la historia en una Cámara que, en cuanto a fragmentación, podría compararse ya con Italia, Grecia o Israel. Si hoy la primera y la segunda fuerza están separadas por 29 diputados, la diferencia podría reducirse a 5 o 6. El ritmo lento con que avanza el proceso soberanista le costaría a CiU otra quincena de parlamentarios, de 50 a 35. Hace nueve meses, cuando a Mas se le ocurrió convocar elecciones, tenía 62.

PUGNA POR EL BRONCE / En solo seis meses, desde las elecciones de noviembre, ERC suma casi 11 puntos, mientras queConvergènciase deja nueve. La de Mas es la única fuerza política partidaria de una consulta con o sin permiso del Estado que se precipita, pues ICV-EUiA mejora notablemente y la CUP mantiene su cosecha. Iniciativa empata en voto estimado con el PSC, pero le supera en dos puntos y medio en voto directo y podría arañar tres escaños más, hasta los 16. El nuevo avance ecosocialista, sumado al enésimo castañazo socialista, dejaría abierta la pugna por la tercera plaza, que el partido de Pere Navarro podría retener por la mínima.

El PSC no sale de la uci. De los 52diputadosde Maragall en 1999 solo le quedarían 17. La falta de proyecto alternativo y su rotunda oposición a una consulta que no sea pactada con el Estado provoca que el 23% de los catalanes que le apoyaron en noviembre tenga decidido ya que cambiaría su voto, y que el 43% se lo esté planteando. Solo un tercio de su electorado le garantiza fidelidad. Entre los votantes que emigran, la mayoría se dirigen a ICV-EUiA o a ERC, es decir, a opciones que abogan por el Estado propio. De hecho, el bloque parlamentario que sacó adelante en enero la declaración de soberanía de Catalunya, hoy en suspenso por el Tribunal Constitucional, se reforzaría y podría sumar hasta 94 diputados (ahora son 87), rebasando la barrera psicológica de los dos tercios del hemiciclo.

Fuera de este bloque, junto al PSC, quedarían el PP y Ciutadans. De las tres fuerzas, la de Albert Rivera es la única que sube: 2,5 puntos más que en noviembre y la posibilidad de alcanzar los 13 parlamentarios (hoy tiene nueve). Es el segundo partido que más votos fideliza, tras ERC, y se propulsa con la fuerza que le proporcionan los batacazos de socialistas y populares. Porque el sondeo marca el fin de la etapa de gloria de Alicia Sánchez-Camacho. Los tijeretazos de Mariano Rajoy y su cerrazón a negociar laconsultay unmodelo de financiaciónpropio para Catalunya desploman al PPC, que pasaría de 19 a 14 escaños. Un tercio de su electorado se sitúa ahora en la abstención y los votos que pierde viajan al caladero de Rivera.

Este gran vuelco dibuja un tablero irreconocible si se compara con el que había hace tres años, cuando parecía imposible de rechistar la hegemonía de CiU. Sí hay algo que no cambia: el preocupante saco de indecisos y abstencionistas. Cuatro de cada 10 electores no se decanta hoy por ningún partido, el registro más alto de los últimos dos años.