ENTREVISTA

Marcel Mauri: "Una condena le pesará más al Estado que a los presos"

Júlia Regué

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A pocos días de conocer los detalles del escrito de calificación de la fiscalía y la abogacía del Estado contra los líderes del 'procés', el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, pide al Gobierno que actúe como lo hizo José Luís Rodríguez Zapatero con el caso Atutxa, cuando propició un cambio de criterio en el ministerio público para pedir la absolución de los procesados de la Mesa del parlamento vasco, acusados por negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA) tras la ilegalización de Batasuna.

Un año después de la DUI, el independentismo sigue sin forjar una estrategia unitaria.

La represión busca la división, que no se pueda actuar con normalidad, y añade elementos de mucha complejidad en las relaciones políticas. La división política hace muchos años que la vivimos con diferentes intensidades pero la novedad es la represión, la voluntad del Estado y la justicia española, que no tiene nada de independiente, de intentar adulterar mayorías en el Parlament.

¿Su desencuentro responde a tácticas electoralistas?

Durante este año el independentismo no ha sabido responder de forma adecuada a los retos que tenía planteados. La respuesta adecuada pasa por una estrategia unitaria que haga que los partidos políticos soberanistas puedan responder ante la represión sin que esto signifique olvidar los objetivos políticos que persiguen legítimamente. Todos entienden la necesidad pero es evidente que aquí se pierden en batallas electoralistas, tacticismos, cuotas de poder, luchas por las hegemonías, que nos parecen muy legítimas, pero la unidad no es que lleve a una voluntad homogeneizadora sino al revés. Pedimos un ejercicio de responsabilidad mayor a todas las fuerzas políticas. 

¿Qué puntos deben cimentar esta unidad de acción?

Hay grandes consensos en este país en los que pivotar muchas de las respuestas. Es importante que los partidos tengan la capacidad de poder explicar con máxima transparencia las diferentes estrategias que tienen sobre la mesa. La ciudadanía lo merece. Después del 1-O, de cómo ha sufrido la gente, es inadmisible que no se hable claro y que no se expliquen los retos y las dificultades. Hace falta un diagnostico compartido y estrategias que sean lo más amplias y unitarias posibles entendiendo que nadie puede renunciar a nada. 

¿Òmnium mantiene conversaciones para que exista?

No saldríamos encima de un escenario a decir estas cosas si no llevásemos 11 meses dejándonos la piel para que así sea. 

¿El juicio podría unirles?

Lo único que nos vale es la absolución y, en este sentido, esperanza tenemos cero. Es un juicio a la democracia. La respuesta tiene que ser la misma que se ha dado siempre de forma mayoritaria cuando ha habido un cuestionamiento de la democracia: de país, lo más amplia posible y en la magnitud de la sentencia. 

¿Ya se está abordando esta respuesta?

No sé qué acciones en concreto, no se han hablado aún. Nuestra estrategia es que haya estrategia y ahora mismo no la hay. Las que puedan tener los partidos tampoco nos las han explicado con el detalle, si es que las tienen. Es imprescindible la unidad de acción, es una irresponsabilidad que no la haya.

El soberanismo exige que el Gobierno influya en la fiscalía y en la abogacía del Estado. ¿No puede leerse como una incoherencia?

No, lo han hecho muchas veces. La ley permite que el Gobierno, en beneficio del interés público, pueda requerir a la fiscalía sobre decisiones que acaben teniendo consecuencias de interés público. ¿No lo es que se solucione este conflicto político? El Gobierno está negligiendo en sus funciones porque lo puede hacer perfectamente. En estos 40 años de democracia tenemos casos con gobiernos del PP y del PSOE. Zapatero instó a la fiscalía a que retirase las acusaciones sobre la Mesa del País Vasco con el caso Atutxa y quedaron todos absueltos. Sánchez tiene que decidir si quiere hacer como él o si quiere seguir actuando como la acusación popular de la extrema derecha que es Vox.

Piden al Supremo que el partido ultra sea expulsado de la acusación particular.

Sí, porque hace un uso fraudulento y electoralista de esta herramienta judicial.

La ANC sigue poniendo en valor la vía unilateral. ¿Òmnium lo comparte?

No nos corresponde explicar con qué forma se deben lograr los objetivos políticos pero estamos convencidos de que cualquier opción que pase por la radicalidad democrática y por el respeto escrupuloso por las formas no violentas es muy legitimo que esté sobre la mesa. La máxima unilateralidad la usó el Estado con las decisiones que tomó y actuando sin dar margen al diálogo.

Sánchez rechaza un referéndum acordado porque "segrega". 

Lo que segrega es la violencia, perseguir la disidencia, encerrar a gente en las cárceles, pegar a las abuelas cuando van a votar... Pero las urnas nunca dividen, dirimen conflictos de una forma pacífica y ordenada. 

PDECat y ERC piden gestos con los presos para aprobar las cuentas. 

Que el Gobierno sitúe los términos del debate sobre si hay que aprobar o no los presupuestos a la situación penitenciaria, es que eso es casi pornográfico como dije. No puedes cambiar las cuentas por la situación de los presos entre otras cosas porque han dicho mil veces que no son moneda de cambio de nada. Estoy convencido de que no hay partido que esté negociando a partir de su situación procesal.

¿Cuixart se negará a aceptar un indulto?

No ha cometido ningún delito. El problema no es de Jordi, ni del soberanismo, es del Estado. Esto le pone delante de su propio espejo de la vergüenza. Una condena le pesará más al Estado que a Cuixart y los presos. 

¿Es vigente el mandato del 1-O?

Significa un cambio, un punto y aparte en la historia de este país. Es un ejemplo de apoderamiento popular y de desobediencia civil no violenta de manual. 

Pero, ¿debe aplicarse?

Eso dependerá de los partidos.