Anna Gabriel: "Si el Govern no negocia con la CUP no respetará el 27-S"

XABIER BARRENA / NEUS TOMÀS / BARCELONA

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--¿Les sorprendió que Carles Puigdemont planteara la cuestión de confianza?

--Los presupuestos no forman parte de la investidura y así se preguntó en su día. Varios nos dijeron que si no se aprobaban las cuentas se prorrogaban y que con modificaciones de crédito se haría lo que fuera. Con estos antecedentes, toparse con esa dureza discursiva claro que nos dejó desubicados. También estamos ante un 'president' que, además de armar una mayoría para la estabilidad, tiene que consolidar un liderazgo.

--¿La CUP ha cometido un error táctico no dejando pasar ahora los presupuestos para luego negociarlos?

--Yo creo que no. Una vez han entrado a trámite, lo que se puede hacer, con enmiendas, es muy limitado. Se han magnificado las opciones de cambios. No hay opción de incorporar nuevos ingresos ni de mover partidas entre conselleries. Cuando acumulamos recortes por 6.000 millones y ahora se ponían 870 es obvio que hay camino por recorrer.

--Pero esos 870 millones se pierden.

--No es verdad. Y eso es jugar con la pobreza. Es inadmisible porque este dinero se puede incorporar, mediante ampliaciones de crédito y los excedentes de la ejecución del presupuesto del 2015. Y se pueden modificar partidas, por ejemplo, limitar el número de altos cargos.

--¿Puigdemont y Junqueras juegan con la pobreza?

–Todos aquellos que no explican qué margen tiene una prórroga presupuestaria y qué se puede hacer para mitigar la pobreza lo hacen. 

--¿Qué piensan cuando escuchan tantos parabienes a la coherencia de la CUP?

–Ni hemos mirado al Estado ni a los intereses de los partidos unionistas. No nos puede mediatizar el uso interesado de nuestros actos. 

--Artur Mas dice que si esta fuera la CUP de David Fernàndez las cosas habrían ido distinto.

--No hay una CUP buena y una mala. La diferencia es que la pasada legislatura la CUP no podía alterar ninguna votación y que ahora, sí. No hemos cambiado. Los discursos de David Fernàndez en la pasada legislatura fueron mucho más duros que los de esta semana. 

--Sí parece que haya dos CUP.

--No. Hay posiciones distintas en algunos asuntos. Interpretar que del resultado de la democracia interna, en forma de 'síes' y 'noes', se derivan dos CUP, es erróneo. 

--¿Cree que se oculta una intención de fragmentar la CUP tras este discurso de buenos y malos? 

--Somos muy incómodos, para los partidos de orden y  para determinadas izquierdas. Para muchos sería mejor que no existiéramos.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

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--Han eclosionado las convergencias. Hay intereses distintos en CDC. Hay empresarios que reclaman la recuperación del espacio que había ocupado siempre. Si no hubiera la campaña es probable que el debate hubiere sido diferente.

--¿Le molestan las andanadas que les dedica Francesc Homs?

–No debe de tener un proyecto político sólido si precisa citar a la CUP cada día.

--¿La decisión sobre qué votar en la cuestión de confianza puede partir a la CUP?

–No. Quiero pensar que Puigdemont no la planteará en clave partidista. Servirá para poner un programa político y que este no entrará en contradicción con lo que Junts pel Sí defendió en campaña. 

--El apoyo incluirá la aceptación de los presupuestos del 2017.

--Lo que sería idóneo sería empezar a trabajar en las cuentas del 2017. Y llegar a acuerdos.

--¿La CUP se siente aún socia de Junts pel Sí?

--Las políticas expuestas en la cuestión de confianza tendrá como eje la ruptura con el Estado y esto no lo comparte con ningún otro grupo en la Cámara. No es que nos consideremos socios, es que, si ellos van por ahí, compartiremos las políticas. 

--Pero si ahora han roto qué les hace pensar que en otoño será distinto?

--Discrepo de la imagen de ruptura. Son decisiones polarizadas. No se puede retirar una enmienda a la totalidad a medias. Nosotros nos miramos la política en función de lo que se ha venido a defender. 

--El Govern dice que no negociará previamente con la CUP. 

--¿Cómo se atreven a plantear esto y a su vez respetar el resultado del 27-S? Cómo pueden decir con tanta seguridad que no piensan negociar con nosotros, que somos la otra única fuerza independentista que hay en la Cámara. No suman en clave secesionista. ¿A qué responde esta conducta?

--A lo mejor están enfadados.                 

–A un político hay que suponerle que es capaz de superar el cabreo.                                                                                                                 

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--Ellos se sienten engañados. ¿Y ustedes? 

--Sí. Nunca se nos dijo que la consecuencia de la negociación pudiera ser la que se ha generado. Nos apuntaron que las cuentas eran importantes, como para todo Gobierno

--Pero que no ponía nada en peligro.

--Evidentemente.

--Si le hubieran dicho a la CUP que sí podía poner en riesgo la legislatura, ¿habrían cambiado el proceder?

--No lo sé. ¿Por qué negociaron si supuestamente estábamos obligados a votarlos? Es contradictorio. 

--Tras su conferencia económica nada hacía prever que habría una enmienda a la totalidad.

--No podíamos intuir que las cuentas se enmarcarían en lo autonómico y con un aumento del gasto social que deriva solo del descenso de los intereses del FLA. De alguien que prometió no apoyar más presupuestos autonómicos y que ahora es conseller de Economia [Oriol Junqueras] no te lo esperas.

--¿La declaración del 9-N es papel mojado?

--Para nosotros, no. Y tampoco entiendo porque no se le exigen más explicaciones a Junts pel Sí de por qué no cumple con la declaración.

--El referéndum unilateral, ¿es 'procesismo'?

--Es la antítesis. 'Procesismo' es no contar cómo resolver una legislatura en la que hay una mayoría que permite ir hacia la ruptura, pero que aun no ha conseguido el 51% a favor de la secesión.