INFORME DE LA SINDICATURA

De Alfonso planta al Parlament y evita explicar las presuntas irregularidades en Antifrau

Daniel de Alfonso

Daniel de Alfonso / JUAN MANUEL PRATS

Júlia Regué

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El exdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Daniel de Alfonso, no se presentó este jueves a la Comisión de la Sindicatura de Comptes del Parlament a la que estaba citado para explicar las presuntas irregularidades detectadas en este órgano durante su mandato.

Según un informe de la sindicatura, De Alfonso habría cobrado 69.092 euros de sobresueldo en el 2015 -hasta 20.005 euros por un complemento que no le correspondía y otros 49.086 euros por un trienio que solo podían recibir funcionarios y no altos cargos-. 

El ahora magistrado en un juzgado de vigilancia penitenciaria en Santander, al que aterrizó cuando fue destituido en el 2016 tras divulgarse una conversación con el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz en la que conspiraban contra el independentismo, justificó su ausencia escudándose en la Ley Orgánica del Poder Judicial para evitar rendir cuentas ante los grupos parlamentarios.

El informe sellado en mayo del 2018 concluye que en la oficina se produjeron actuaciones "perseguibles judicialmente". A principios de octubre, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas trasladó a la sección de enjuiciamiento el informe y, si lo acepta, el caso podría llegar a juicio. La sección de enjuiciamiento está elaborando diligencias previas para decidir si sigue adelante con la investigación o si la archiva.

Gimeno apunta al auditor

El sucesor de De Alfonso en el cargo, Miguel Ángel Gimeno, trató de pasar página, y en su intervención aseguró que ya ha puesto en marcha todas las recomendaciones para erradicar estos comportamientos y pidió reformar la Ley de la Oficina porque cree que está "anticuada".

Eso sí, trató de trasladar parte de responsabilidad al hemiciclo catalán por no haber detectado estas supuestas malas prácticas cuando las auditorías corren a su cargo. "Todas las actuaciones de la Oficina fueron auditadas y no había ninguna objeción por parte de la Oidoría del Parlament", reprochó, y explicó que, cuando se hizo con el puesto, trasladó la actuación de este auditor al secretario del Parlament y después al Tribunal de Cuentas para estudiar si existen "responsabilidades personales y parlamentarias".

Contabilidad en Word

El Síndic mayor, Jaume Amat Reyero, repasó las principales controversias detectadas desde la Sindicatura y destacó que la contabilidad se registrara en "páginas de Excel y Word", algo que consideró inaudito en una institución pública. "Aunque el cálculo pudiese estar bien, cualquier podía modificar las hojas a su gusto", razonó.

Más allá de las irregularidades en las retribuciones, espetó que se pagaban dietas sin control horario. Asimismo, la exdirectora adjunta, Maria Teresa Masià, cobró un complemento de calidad de 9.721 euros que no merecía por su cargo y que se abonó al jefe de Administración, Recursos Humanos y Presupuestos un trienio generado en otra empresa como si fuese de la OAC.

Todos los partidos trasladaron el mismo mensaje: investigación y rendición de cuentas. Lamentaron que la Oficina Antifraude "defraudase" con una "barra libre de irregularidades" y exigieron que la investigación se alargue para fiscalizar también los ejercicios de antes del 2015.