LA ESTABILIDAD DEL EJECUTIVO CATALÁN

La CUP vuelve a situar la subida del IRPF como clave para los presupuestos

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XABI BARRENA / FIDEL MASREAL /BARCELONA

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El extraño triángulo formado por el PDECat, ERC y la CUP está sometido a fuerzas internas cambiantes. Desde la investidura de Carles Puigdemont y hasta ahora dos de los vértices (neoconvergentes y anticapitalistas) han mantenido una dura pugna ideológica. El tercero, los republicanos,  ha asistido, diriáse que pertrechado de palomitas, a la pugna entre su aliado y su socio y, sin embargo, enemigos. O al menos de eso se quejan tanto el PDECat como la CUP. Apenas 12 horas después de que la CUP pidiera a Puigdemont que se arremangara, por cuanto su interlocutor en la negociación presupuestaria, la Conselleria d'Economia, no les da un pase, es decir, no cede ni un milímetro, Oriol Junqueras ha presidido (por primera vez, solventando una situación que molestaba a la CUP) el cónclave celebrado el propio departamento. Y en la reunión, los anticapitalistas han vuelto a plantear ‘el gran tema’: el aumento del IRPF.

La CUP ha desglosado sus propuestas de modificación del presupuesto, sin modificar el montante global –fijado en la admisión a trámite en los 25.292 millones. ¿Algún ámbito de actuación en concreto? “Todos”, según fuentes conocedoras de la negociación. “Aunque la piedra maestra de todo sigue siendo la fiscalidad”, apunta otra y confirma una tercera que matiza: "Pero no se ha negociado".

Es decir, la CUP vuelve a insistir en aumentar el IRPF de las rentas altas. La Conselleria d'Economia está a la espera, para iniciar la negociación, de conocer las enmiendas de los anticapitalistas a la ley de medidas fiscales y administrativas, el texto que acompaña a los presupuestos . El límite para la entrada de estas enmiendas es el próximo martes, y la primera reunión “plenamente negociadora”, según apunta Economia, se producirá el miércoles.

CONFIANZA PRESIDENCIAL

Mientras, en el entorno de Puigdemont se sigue confiando en un acuerdo de presupuestos. Sin embargo, no existe una visión especialmente positiva del encuentro de este viernes, en el que se han mantenido discrepancias con los representantes anticapitalistas y sus reclamaciones.

La tesis del ‘president’ sigue siendo la de que la CUP avalará las cuentas, no sin antes negociar algunos extremos de las cuentas presentadas por Junqueras, en quien siguen confiando el pilotaje de las negociaciones. Es decir, que por el momento Puigdemont no tiene intención de bajar a la arena negociadora con los ‘cupaires’. Algo que sí acabó haciendo respecto a las cuentas del 2016 para intentar, in extremis, evitar la enmienda a la totalidad de la CUP. Entonces no lo logró.

En el Govern se considera que la apelación de la CUP a la implicación del ‘president’ es un elemental ejemplo de “divide y vencerás”. “Es sabido que ERC aboga por rebajar el IRPF a las rentas medias y subírselas a las altas y ello costó, en mayo, no pocas broncas con la parte convergente del Ejecutivo y con el propio Puigdemont”, pondera una fuente de Economia. Una forma de decir que Junqueras ha preferido no comprometer la estabilidad interna del Govern, para no ser visto como desleal, pero que, si fuera por los republicanos ya habría acuerdo sobre fiscalidad.

CON LOS OJOS CERRADOS

Lo mismo ocurre con los conciertos educativos a escuelas de élite. “¿Alguien puede pensar que ERC desea mantener estos acuerdos con, por ejemplo, las escuelas del Opus?”. Para el sector republicano del Govern, pues, la pelota está en el tejado de Puigdemont y de su margen de maniobra dentro de su propio partido. “Cabe recordar que Marta Pascal ha hecho bandera de la no subida de los impuestos”, señala esta voz que, incluso lanza una ‘bilbainada’: “Si la CUP y Puigdemont cierran un acuerdo sobre el IRPF, ERC la firmará sin leerla”.

Junto con la presentación de las enmiendas a la ley de acompañamiento, la semana parlamentaria se antoja cargada con la discusión en comisión de las secciones del presupuesto, es decir, las cuentas de cada ‘conselleria’. Las dos facciones del Govern, la demócrata y la republicana, apuestan porque los anticapitalistas ayudarán a Junts pel Sí a tumbar todas las enmiendas a la totalidad. Incluso la que atañe a la Conselleria d'Ensenyament, la más polémica y que vendrá acompañada, ese mismo día, de una huelga de profesores en la escuela pública convocada por la CGT, el sindicato más afín a la CUP.