PROCESO POR PRESUNTO TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Un consultor dice que habló de las ITV con Pujol por su interés político

Alsina admite su amistad con el diputado de CiU, pero niega negocios con él

Sergi Alsina, ayer.

Sergi Alsina, ayer.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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El consultor Sergi Alsina, imputado por su presunta implicación en una trama que pretendía amañanar un concurso de adjudicación de estaciones de ITV, admitió ayer ante el juez que era amigo íntimo «de toda la vida» del diputado de CiU Oriol Pujol, pero que no ha tenido ningún vínculo profesional con él. Sin embargo, reconoció que le informó de la reordenación del mapa de la ITV y de procesos de reconversión de determinadas empresas, como Sony, porque eran temas de interés político para Catalunya.

Alsina declaró durante más de cuatro horas ante el magistrado del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya Enric Anglada, que investiga la supuesta trama y el presunto tráfico de influencias por el que está imputado el propio Oriol Pujol. El consultor insistió en que nunca ha impulsado proyectos empresariales con el diputado, a pesar de que la fiscalía sospecha que ambos iban a compartir una participación en la sociedad Upprime, que supuestamente se tenía que beneficiar de las adjudicaciones amañadas de ITV. La acusación considera que Alsina «coordinó y organizó» la actuación de los empresarios investigados y «especialmente fue el hombre encargado de proporcionar los contactos políticos necesarios», en concreto con el exsecretario general de CDC.

El consultor imputado, al igual que el empresario Sergi Pastor, rechazó escuchar las numerosas conversaciones intervenidas en las que aparece informando sobre la evolución del proceso de las ITV tanto a Pujol como a otros implicados.

MULTINACIONALES / Alsina explicó que también mantuvo informado a Pujol de la reconversión de Sony, en la que él participó como asesor. Lo mismo hizo con al entonces jefe de la oposición, Artur Mas, y el presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla. Además, confirmó que contrató como asesora en otro proceso similar, el de Sharp, a Anna Vidal, la esposa de Oriol Pujol, que cobró por sus servicios 200.000 euros. Por último, reconoció que percibió 12.000 euros mensuales de parte del empresario imputado Ricard Puignou para que le ayudara a defender su posición en el tema de las ITV.