El 'clan Pujol', en la picota

De ser una de las más respetadas durante 23 años, la familia Pujol Ferrusola ha pasado a la categoría de imputada en cuatro juzgados, aunque en los próximos meses el clan al completo será investigado por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata. Blanqueo de capitales, delitos fiscales, cohecho y falsedades conforman la lista de delitos a los que se enfrentan. Y la novedad es que las pesquisas sobre los trapicheos de esta familia empiezan a converger con la investigación que se está llevando a cabo para demostrar que CDC se financió ilegalmente. El llamado caso 3% comienza ya a salpicar a los Pujol.

Todo empezó con la venganza de una mujer despechada. Victoria Álvarez conoció al primogénito, Jordi Pujol junior, en un avión e iniciaron un romance que duró tres años. Pero durante ese período vio y contó fajos de billetes escondidos en bolsas que el hijo mayor del expresident trasladaba de Andorra a Madrid. Fue el principio del calvario. La mujer presentó una denuncia ante la policía contra su ex que recayó en el juzgado que entonces dirigía Pablo Ruz aunque este se la quiso quitar de encima por considerar que era «insuficiente e inconcreta». La sala penal de la Audiencia le ordenó investigarla y desde entonces, las finanzas, la vida a todo trapo, y el papel de «dinamizador» -descripción con la que Pujol hijo se presentó ante el juez -quedaron al descubierto. Además, cinco de sus sociedades están en el punto de mira por haber facturado a empresas por labores de asesoramiento que el magistrado De la Mata (que sustituye a Ruz) no cree que sean reales sino que sospecha que se trata de comisiones pagadas por empresarios a cambio de adjudicaciones públicas.

Otro hijo, Oriol, que ha sido bautizado por el empresario Sergi Lerma (en libertad bajo fianza en la operación del 3%) como «el conseguidor», tuvo que dimitir como diputado en el Parlament después de que a la investigación sobre los sobornos durante la tramitación parlamentaria de la ley de seguridad industrial, el caso de las ITV, se ampliara por tratarse de «un triángulo delictivo», según la fiscalía, con su amigo Sergio Alsina y su mujer, Anna Vidal. Anticorrupción sospecha que Oriol cobró comisiones por sus labores de mediación en la venta de la planta Sharp en Sant Cugat del Vallés, la creación de un parque de proveedores de Seat en San Esteve Sesrovires, una carpa en las instalaciones de la empresa, y por los traslados a las centrales de Yamaha y Sony.

Comisiones

Otros tres hermanos también están en el punto de mira del juez Santiago Pedraz. Inicialmente puso bajo el foco los negocios de Oleguer, pero ahora también investiga al primogénito, a Pere y a Josep, tras haberse descubierto que los cuatro usaron sociedades para recibir comisiones de José Miguel Solà, socio de Rodrigo Rato. La fiscalía sospecha que se trata de comisiones o blanqueo de capitales.

Además, el expresident, su mujer, Marta Ferrusola, y otros tres hijos, Mireia, Pere y Marta, están imputados en un juzgado de Barcelona después de que el patriarca reconociese que tenía escondida en Andorra la herencia de su padre. Los cinco regularizaron sus cuentas con Hacienda en cuyas arcas ingresaron unos cuatro millones de euros.