CAMINO DE LA INVESTIDURA

El PSOE echa el resto con Ciudadanos

Los equipos negociadores del PSOE y Ciudadanos, el pasado miércoles en el Congreso.

Los equipos negociadores del PSOE y Ciudadanos, el pasado miércoles en el Congreso. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / GEMMA ROBLES / MADRID

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El PSOE mantiene todas sus puertas abiertas, llamando al “cambio” a todos los que no sean independentistas ni del PP, pero de las dos vías de negociación que explora, la de Ciudadanos y la del bloque de izquierdas protagonizado por Podemos, echa el resto con la primera. Los socialistas llevan dos semanas de conversaciones con el partido de Albert Rivera: el sábado estuvieron reunidos hasta la madrugada y este domingo retomaron los encuentros. Con el de Pablo Iglesias, en cambio, comenzarán el lunes, en una cita de los equipos negociadores de ambas fuerzas al que también se sumarán Compromís e IU.

La hipotética alianza del PSOE con Ciudadanos solo suma 140 diputados, insuficientes para llevar a Pedro Sánchez a la Moncloa, pero la dirección del PSOE tiene especial interés en priorizarla. Da tranquilidad orgánica y otorga un relato cara a la investidura y, si esta fracasa, a las elecciones. Rivera, reconocen en su entorno, también tiene mucho a ganar gracias a su sintonía con el PSOE. Ciudadanos logró 40 escaños, cifra por debajo de las expectativas, pero desde entonces, con su papel de mediador entre los socialistas y el PP y su disposición a llegar a pactos, ha ocupado la centralidad del escenario.

LOS ESCOLLOS

Los intensos tratos de los socialistas con el partido emergente, señalan ambas partes, van por “buen camino” y continuarán el lunes, pero aún no se ha llegado a un pacto global. La política fiscal, la laboral y el Senado se mantienen como escollos, ya que Ciudadanos descarta subidas de impuestos salvo a los más ricos, insiste en poner fin a la dualidad de contratos (fijos y temporales) y reclama acabar con la Cámara alta. Pero se han logrado avances en medidas anticorrupción y políticas sociales, y si Sánchez hubiese llegado tan lejos con Podemos, los barones de su partido estarían más inquietos.

El principal poder territorial del PSOE, representado por la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha dejado claro que no ve con buenos ojos un Ejecutivo de coalición como el que propone Podemos. La mayoría de mandatarios autonómicos piensa lo mismo. La estrategia de Sánchez les tranquiliza en este sentido, porque se basa en progresar con Ciudadanos y trasladar la presión a Podemos, que se declara incompatible con el partido naranja. Si Iglesias no participa del eventual acuerdo, “la responsabilidad de nuevas elecciones será suya”, señalan los socialistas, a las puertas de la trascendental cita de este lunes con la fuerza morada, Compromís e IU.

CONTUNDENCIA ANTE IGLESIAS

“Que nadie espere al PSOE en nada que lleve a incumplir la Constitución”, dijo este domingo, en alusión al referéndum sobre la independencia de Catalunya que propone Podemos, el número dos de los socialistas, César Luena. Esta contundencia tranquiliza a Ciudadanos, que aplaude la respuesta que Sánchez ha dado a las propuestas de Iglesias, en la que rechazan el derecho a decidir, sus principales iniciativas económicas y el control por parte del Gobierno de los esfuerzos contra la corrupción.   

El partido naranja desea cerrar un acuerdo que pueda llevar, el martes, a la mesa de negociación que abrirán con el PP, partido al que tratarían de reclamar la abstención. Complicadísima tarea. Pero si llegan a un pacto con el PSOE y los populares o Podemos se niegan a favorecer que haya Gobierno, los de Rivera creen que habrán cumplido sus objetivos, con independencia de si su papel, al final, sea el de sostener un Ejecutivo socialista, estar en la oposición con un PP debilitado o abordar nuevas elecciones.