Catalunya de volea. Punto de set. Saca España

Las urnas del 10-A recogieron ayer los frutos de una tenaz labor de los organizadores de una consulta en la que su cara pública ha sido el siempre afableAlfred Bosch,experto africanista y, por lo tanto, nada menos que doctor en procesos de descolonización. También es autor de novelas de ficción, así que es mejor olvidarse de buscar en su trayectoria profesional metáforas del pastel de cumpleaños que ayer ofreció a Barcelona para que nada menos que 257.645 personas soplaran al alimón las velas.

La cifra es un éxito de la plataforma Barcelona Decideix, pero no en exclusiva, porque en esta cuestión del soberanismo catalán tanto influyen los separatistas como los separadores, y estos últimos es bien conocido lo muy activos que han estado estos últimos años hasta que, fruto de las incertidumbres electorales que están por llegar, han decidido callar incluso cuando el propio presidente de la Generalitat,Artur Mas,ha depositado su voto a favor delsí. Vamos, que si los españoles le niegan al PP la mayoría absoluta en las próximas elecciones generales,Mariano Rajoyparece dispuesto a buscar el respaldo del independentismo de derechas catalán para ser presidente del Gobierno. De acuerdo, es una forma malintencionada y provocadora de definir a CiU, pero es que incluso Unió sopló ayer las velas.

Los separadores hoy duermen. Pero es coyuntural. Muy extraño sería que el PP y el PSOE no hayan tomado nota de lo acontecido en Catalunya. El uso de lo catalán para sacar tajada en el resto de España más pronto o más tarde resucitará. Mi pronóstico es que será pronto, entre otras razones porque hay un ingrediente iné-

dito hasta la fecha en las relaciones fiscales entre la Generalitat y el Gobierno central: la crisis económica.

CiU ha predicado siempre en un contexto de bonanza económica la necesidad de limitar la solidaridad interterritorial. La lógica natural sería que, ahora que la crisis obliga al tijeretazo, en breve la maquinaria convergente pusiera en marcha una campaña que subrayase que la solidaridad bien entendida comienza por uno mismo. Si ni así despiertan los separadores, será una sorpresa.

La consulta celebrada ayer en Barcelona, en ese contexto, tuvo poco de folclórico y sí mucho de estratégico, de ahí que la federación nacionalista se volcara en ella. Nada mejor que asustar a España si se pretende dentro de un año proponer un pacto fiscal exclusivo para Catalunya. La plataforma Barcelona Decideix puso punto final ayer a su existencia. Ha cumplido la misión que se propuso en su día para incredulidad de muchos. El testigo lo recogerá ahora el propio Govern, que ha incluido en el próximo barómetro del CEO una pregunta específica sobre la independencia de Catalunya. No ha sido solo por curiosidad sociológica.

Continuará.