La encrucijada socialista

Carmen Andrés, la voz de las bases

Concejala del potente distrito de Nou Barris, su baza es un discurso sencillo y de denuncia de los recortes

J. R.
BARCELONA

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Una rosa de terciopelo la ha acompañado en su solapa durante toda la campaña. La más desconocida y menos mediática de la paleta de aspirantes nació en Calanda (Teruel) en 1964 y ha representado la voz de la calle, de esas bases del partido alejadas de moquetas y despachos. Una baza que ha sabido jugar, a pesar de que ella misma es concejala en el ayuntamiento desde el 2007, renunciando a enfangarse en el debate soberanista y planteando una Barcelona «del bienestar», con propuestas desacomplejadamente izquierdistas.

Afincada en Nou Barris, el fiel granero de votos del PSC de Barcelona que resistió a la capitulación socialista después de 32 años, Andrés llegó a la capital catalana en 1970, con seis años, en busca de una vida mejor. Como tanta gente en aquella época. Este es su segundo mandato en el consistorio, donde accedió de la mano del exalcalde Jordi Hereu. Activista comprometida de izquierdas, propugna un partido más próximo. Con un lenguaje sencillo y cercano, su discurso se centra siempre en las personas y en los efectos que producen los recortes sociales en sanidad y educación. Reclama recuperar las esencias que hicieron grande al socialismo para reconectar con el electorado procedente de la inmigración que el partido se ha dejado por el camino elección tras elección.

Durante la campaña, ha rehuido los debates maximalistas de otros aspirantes y los conflictos internos del PSC. Su partido se juega en el ámbito más local, el del día a día de los barrios de la Barcelona periférica. Es en la calle donde se siente más cómoda haciendo política. Licenciada en Derecho Administrativo, una vez terminada la carrera optó por prepararse las oposiciones y hacerse funcionaria, concretamente especializada en gestión de personal, tarea que ha desarrollado en Serveis Penitenciaris y en el Institut Català de la Salut.

Con su pase a la final de las primarias, Andrés ha dejado pendiendo de un hilo el futuro de su jefe en la bancada socialista, Jordi Martí, de quien no ha dudado en disentir tanto en la cuestión de la consulta como en su estrategia inicial de acercamiento a CiU. «El PSC quería ganar centralidad y ha perdido la base», asegura esta mujer que se autodefine como «inconformista, rebelde, luchadora y reivindicativa», pero a la que nunca se le ha podido escuchar una palabra más alta que otra en la campaña.

Una de sus propuestas más llamativas ha sido la municipalización de los servicios de agua, medida inspirada en otras grandes ciudades europeas.