Catalunya sin 'president', ¿y ahora qué?

Catalunya vive este jueves un acontecimiento insólito. En ninguna de las 10 ocasiones anteriores un debate de investidura en el Parlament se había saldado sin presidente de la Generalitat, ni en la primera ni en la segunda votación. ¿Qué pasa a partir de ahora? Para intentar hallar la respuesta hay que consultar el reglamento de la Cámara catalana y la ley de la presidencia de la Generalitat y del Govern, y entrelazarlos con el contexto político más inmediato.

1.NUEVA RONDA DE CONTACTOS

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, debe reunirse de nuevo en los próximos días con todos los grupos parlamentarios para comprobar si alguno de ellos propone un nuevo candidato a 'president'. 

2. REUNIÓN DE LA CUP

La fuerza anticapitalista ha convocado a su militancia para el próximo 29 de noviembre a un encuentro en el que se analizará la estrategia seguida hasta ahora y se debatirá la hoja de ruta a seguir después de escuchar las ofertas que Mas les haya hecho llegar.

3.CONVOCATORIA DEL PLENO

Forcadell tiene la potestad de convocar nuevos debates de investidura cuando lo crea oportuno, aunque lo más probable es que espere hasta que el grupo mayoritario de la Cámara, Junts pel Sí, proponga un candidato (nuevo o no) con garantías de ser elegido 'president'. En el precedente más cercano, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, necesitó hasta cuatro votaciones para ser investida con la ayuda de Ciudadanos.

4.ELECCIONES GENERALES

La campaña de las elecciones generales condiciona este calendario. Es una norma no escrita que durante las campañas electorales se reduce a la mínima expresión la actividad del Parlament, y no se convocan plenos. Es decir, si Junts pel Sí no puede (o no quiere) persuadir a la CUP antes del 4 de diciembre, fecha de inicio de la campaña de las generales, difícilmente podrá haber 'president' antes de esos comicios.

5.FECHA LÍMITE: 10 DE ENERO

Si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura (es decir, el 10 de enero) no hay 'president', el Parlament quedaría disuelto automáticamente y se convocarían nuevas elecciones para el mes de marzo. La fecha límite es anterior a la constitución del nuevo Congreso de los Diputados, prevista para el 14 de enero, y en consecuencia muy anterior a la investidura del futuro presidente del Gobierno. De ahí que las tentaciones de esperar al veredicto de las urnas el 20-D y a las negociaciones posteriores para vincular la investidura a ellas pueda convertirse en una auténtica carrera contrarreloj.