Un buen debate, ¿será el único?

Un solo debate a seis es muy poco. El no cara a cara entre los dos principales candidatos es una gran anormalidad en un país europeo. Dicho esto, el debate de TV-3 (escribo al acabar la primera parte) fue bueno. Bajo la mano firme deCuní-que de entrada disciplinó aHerrera-los candidatos se explicaron y chocaron.Mas,que va de ganador, procuró encarnar elsenyy lo logró a menudo. Bien cuando distinguió los servicios sociales de la Administración (muchasconselleries)y subrayó que no había dinero en la caja. Menos cuando insistió en el concierto, flirteó (poco) conPuigcercósy acabó atacado por el resto de candidatos. No lo tuvo fácil, pero se salió.

Montillareaccionó con contundencia -pullas contenidas pero directas- frente aMassobre el pacto fiscal (remitiéndose al Estatut) y a la bajada de impuestos como fórmula milagro. O frente aSánchez-Camachosobre inmigración.Puigcercós-castigado en las encuestas- se vistió de portavoz de la pequeña empresa y lanzó aMasun apoyo trampa sobre el concierto. InclusoHerreradefendió la política social y la unión del catalanismo frente a España.MontillayHerrera,para defender el Estatut.MasyPuigcercós,para exigir el concierto. ¿Por qué los representantes de la izquierda no se han explicado antes? No estuvieron mal.

¿Qué decir de los reacios al catalanismo?Sánchez-Camachose explicó a fondo y atacó con aplomo y tranquilidad. YRiveraestuvo incisivo y hábil. Se lanzó sobre el PP por haber obedecido aPujol(en la lengua) y fue el único que habló de Pretoria y el Palau.

Masno perdió,Montillaplantó cara y los otros aprovecharon. Conclusión: más debates y menos mítines.